Tras la confirmación de las autoridades de Tamaulipas sobre el hallazgo de los cuerpos sin vida de cinco personas, presuntamente integrantes del Grupo Fugitivo y su mánager, ha cobrado notoriedad el caso de Carlos González, segunda voz de la agrupación, quien logró salvar su vida al no presentarse en el lugar donde se habría concretado la tragedia.

Carlos González no asistió puntualmente a la cita para una supuesta presentación el domingo pasado. Según el periodista Martín Juárez, corresponsal en Reynosa, el joven músico llegó tarde al punto de encuentro, que resultó ser un lote baldío. Al no obtener respuesta de sus compañeros y al notar la ausencia de actividad, Carlos decidió regresar a casa. Su retraso, aparentemente accidental, fue lo que evitó que corriera la misma suerte que el resto del grupo.

Las víctimas han sido identificadas como Francisco Vázquez (vocalista), Víctor Garza (requinto), Antonio Durán (tuba), José Francisco Morales (requinto) y el mánager Livan Solís. A pesar de que la Fiscalía del Estado de Tamaulipas confirmó la identidad de los cuerpos hallados el jueves 29 de mayo por la mañana, los familiares de los músicos han manifestado su inconformidad, argumentando que no han reconocido plenamente los cuerpos. Por ello, exigieron que se realicen pruebas de ADN para confirmar o descartar que se trata realmente de los integrantes desaparecidos.

El caso ha conmocionado a la opinión pública debido a la violencia que rodea a muchas regiones del país, especialmente cuando involucra a artistas o figuras públicas. Mientras las investigaciones continúan, la historia de Carlos González representa una excepción dolorosa y, al mismo tiempo, un recordatorio del azar que a veces define el destino en medio de la tragedia.