La llegada del verano en el hemisferio norte trae consigo nuevas olas de calor que afectan casi todas las regiones del planeta. Estas temperaturas extremas provocan alrededor de medio millón de muertes anuales, un problema que la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) busca combatir con una campaña de sensibilización global, enfocada en proteger a los grupos más vulnerables como niños, personas mayores y trabajadores al aire libre.
Durante el Día de Acción contra el Calor, la FICR destacó que muchas muertes relacionadas con el calor podrían evitarse si se reconocen a tiempo los síntomas de fatiga y golpes de calor. Tommaso della Longa, portavoz de la organización, alertó sobre la creciente amenaza que representan estas olas para comunidades urbanas en condiciones precarias, donde la falta de infraestructura y acceso a sistemas de enfriamiento agrava la situación.
Entre las estrategias exitosas para enfrentar esta crisis están los sistemas de alerta temprana, que en 57 países han demostrado tener el potencial de salvar cerca de 100 mil vidas cada año. Sin embargo, la Federación lamenta que menos del 25% de los gobiernos incorporen información meteorológica y climática en sus planes de salud pública para mitigar estos riesgos.
Casos como los de las sociedades nacionales de la Cruz Roja en Grecia y España, junto con la Media Luna Roja de Bangladés, ejemplifican el tipo de respuestas activas que se están implementando para proteger a la población. Estas iniciativas buscan crear conciencia y movilizar a las comunidades para que adopten prácticas sencillas pero efectivas contra los daños causados por el calor extremo.
