América Latina apuesta por el desarrollo sostenible como motor para atraer inversión extranjera directa, de acuerdo con las intervenciones de autoridades y representantes del sector privado durante el foro anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), celebrado en París. La región, señalaron, tiene un enorme potencial en proyectos vinculados al medio ambiente, la energía verde y la seguridad alimentaria, pero enfrenta desafíos estructurales que frenan su competitividad frente a otras zonas del mundo.
Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior de Costa Rica —país que actualmente preside la reunión ministerial de la OCDE— destacó que la inversión internacional busca destinos comprometidos con un desarrollo sostenible profundo. Subrayó también la necesidad de una mayor integración regional, similar a los modelos multilaterales que operan en Asia o Europa, para potenciar las oportunidades económicas y ambientales de América Latina y el Caribe.
Anabel González, vicepresidenta del Banco Interamericano de Desarrollo, coincidió en que la región cuenta con ventajas claras para convertirse en un actor clave frente al cambio climático, y citó como ejemplo el megaproyecto de Paysandú, en Uruguay, que contempla una inversión de 4 mil millones de dólares en hidrógeno verde y combustibles sintéticos destinados a Europa. Sin embargo, el panorama general muestra una caída del 9.9% en la inversión extranjera directa en 2023, según cifras de la CEPAL.
Valeria Csukasi, subsecretaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay, enfatizó que lo sostenible se ha convertido en un valor agregado indispensable para captar recursos financieros globales. "El plus lo da invertir en lo sostenible", sentenció, al advertir que las buenas intenciones no bastarán si no se concretan en proyectos atractivos para los mercados internacionales.