Una delegación plural de senadores mexicanos viajó nuevamente a Washington D.C. con el propósito de impedir la aprobación de un impuesto del 3.5% sobre las remesas enviadas desde Estados Unidos, medida que consideran injusta y perjudicial para millones de familias en México. El grupo inició este jueves una serie de reuniones con legisladores estadounidenses, así como con representantes de comunidades migrantes, académicos y empresarios.
Encabezados por Ignacio Mier Velazco, los senadores sostuvieron un encuentro en el Consulado de México con actores clave de la sociedad civil migrante. El mensaje fue claro: las remesas no deben ser vistas como un mecanismo de recaudación fiscal, sino como una expresión solidaria que representa el sustento económico de miles de hogares mexicanos.
Durante las reuniones con legisladores del Capitolio, como Marsha Blackburn, Roger Marshall y Peter Welch, los senadores subrayaron el impacto negativo que tendría el gravamen sobre las remesas. Alejandro Murat, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, insistió en que la iniciativa daña directamente a las familias y rompe con los principios de cooperación bilateral.
Senadoras como Ruth González Silva y Geovanna Bañuelos de la Torre hicieron un llamado a valorar el aporte de los migrantes a las economías de ambos países. Coincidieron en que gravar estos envíos no solo vulnera los derechos de quienes trabajan en el extranjero, sino que amenaza el equilibrio social y económico de comunidades enteras en México. La comitiva seguirá presionando para sensibilizar al Congreso estadounidense antes de que avance la propuesta.