En Soledad de Graciano Sánchez, la lluvia no es sorpresa, pero sí un motivo de acción. Las cuadrillas municipales, bajo la coordinación de la Dirección de Desarrollo Urbano, emprendieron esta semana una intensa jornada de limpieza preventiva en rejillas pluviales, enfocándose especialmente en la avenida Acceso Norte, donde se retiraron toneladas de tierra, lodo y residuos que durante años habían permanecido sin atención.
Eduardo Salas, responsable del área operativa, narró hallazgos reveladores: alcantarillas con años de abandono, plásticos acumulados y hasta una placa metálica que obstruía el paso del agua. Más que residuos, eran símbolos del olvido. Por eso, la administración que encabeza Juan Manuel Navarro Muñiz ha decidido actuar antes de que el clima imponga sus condiciones, adelantándose con trabajo y previsión.
Estas labores no solo despejan el paso al agua, también despejan incertidumbres. La estrategia contempla al menos dos intervenciones anuales en puntos clave del municipio, lo que permite mitigar riesgos de inundaciones y brindar seguridad a quienes viven cerca de zonas propensas a encharcamientos. La lógica es simple pero contundente: donde antes había descuido, ahora hay presencia.
Tras concluir en Acceso Norte, el equipo se dirigió a la colonia Primero de Mayo, donde el mismo esfuerzo se repite. Soledad no espera a que el agua golpee; la enfrenta con responsabilidad. Porque cuidar del entorno es, también, una forma de cuidar de su gente.