México vivirá el solsticio de verano, un evento astronómico que señala el final de la primavera y el comienzo oficial del verano en el hemisferio norte. Durante esta jornada, se registra la máxima duración de luz natural en el día, lo que convierte a este fenómeno en uno de los más esperados del año.
El solsticio ocurre cuando el eje de la Tierra alcanza su mayor inclinación hacia el Sol, provocando que los rayos solares incidan de manera perpendicular en el Trópico de Cáncer, zona que atraviesa el territorio mexicano. Por esta razón, el día 20 de junio será el más largo del calendario anual, con más horas de luz que cualquier otra fecha.
Este cambio no solo influye en la cantidad de luz, sino que también marca un punto clave para el ciclo climático, dando paso a temperaturas más altas y a la etapa del año que caracteriza al verano. La duración del día comenzará a reducirse poco a poco después de esta fecha, hasta alcanzar el solsticio de invierno.
El solsticio de verano ha sido celebrado históricamente en diversas culturas por su importancia en los ciclos agrícolas y sociales, y continúa siendo un evento relevante para la observación astronómica y la conexión con la naturaleza. En México, es una oportunidad para apreciar uno de los fenómenos que rigen el ritmo de las estaciones.