Diego Luna se convirtió en el primer mexicano en conducir el popular programa nocturno Jimmy Kimmel Live, y aprovechó el histórico momento para emitir un mensaje directo en favor de los migrantes. En una transmisión cargada de emoción, el actor no solo compartió su experiencia personal, sino que denunció las políticas autoritarias que han sembrado miedo entre quienes llegaron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
Durante su intervención, Luna relató su llegada a ese país tras el éxito cinematográfico de Y tu mamá también y cómo su vida profesional y personal encontró raíces en Los Ángeles. Allí, dijo, construyó una comunidad que lo abrazó y lo ayudó a crecer. Entre anécdotas íntimas, subrayó el sacrificio que implica migrar, señalando que quienes dejan todo atrás no lo hacen por gusto, sino por necesidad.
A lo largo de su discurso, el actor remarcó que muchos de los trabajadores esenciales del país son migrantes: personas que cuidan, enseñan, construyen, alimentan y contribuyen con impuestos al sistema, incluso sin contar con documentación. Luna fue enfático al señalar que el país se ha beneficiado de este esfuerzo colectivo, pero continúa negando a millones la seguridad jurídica que merecen.
El mensaje fue también una crítica al clima político actual, con referencias directas al temor que viven las comunidades migrantes por las redadas, deportaciones y separación de familias. Diego Luna concluyó con un llamado a reconocer la dignidad de estas personas, instando a que se les ofrezca un camino legal y humano en el país que ya consideran suyo.