Luis Gilberto Murillo, excanciller colombiano, desmintió declaraciones recientes de la canciller Laura Sarabia sobre la supuesta inexistencia de un proceso de empalme entre ambos equipos. Afirmó que desde su renuncia, en enero, se llevaron a cabo al menos 14 reuniones formales, cinco de ellas centradas específicamente en el sistema de pasaportes.

El exdiplomático indicó que su equipo entregó más de 30 documentos con anexos técnicos, incluidos informes detallados sobre pasaportes, considerados prioritarios debido a la presión migratoria. Recalcó que todas las preguntas de la nueva administración fueron respondidas y validadas por Presidencia, dejando registro oficial de cada paso en la transición.

Murillo también explicó que su salida fue programada con antelación y que permaneció en funciones hasta febrero para atender crisis internacionales. Aseguró que los documentos finales se entregaron días antes de los conflictos diplomáticos con Estados Unidos, y enfatizó que su disposición para aclarar dudas continuó tras dejar el cargo.

Al señalar inconsistencias en la versión institucional, Murillo dejó entrever que el intento de desacreditar el empalme podría obedecer a motivos políticos. Exigió que se reconozcan los documentos entregados y defendió la legalidad del contrato de pasaportes, cuya firma, según él, estaba sustentada en normas especiales y no requería vigencias futuras.