El mundo del cine despide a uno de sus rostros más reconocibles del cine de culto: Michael Madsen, actor estadounidense célebre por sus intensas interpretaciones en películas dirigidas por Quentin Tarantino, falleció este jueves a los 67 años de edad tras sufrir un infarto, según confirmaron sus representantes.
De acuerdo con un comunicado emitido por sus agentes Susan Ferris y Ron Smith, junto a su publicista Liz Rodríguez, el actor fue encontrado sin vida en su domicilio ubicado en Malibú, California.
“Michael Madsen fue uno de los intérpretes más icónicos de Hollywood, un talento inolvidable que será profundamente extrañado”, señalaron en el anuncio oficial.
Madsen construyó una sólida carrera durante más de cuatro décadas, participando en más de 300 películas. Su consagración en la industria llegó con el papel de Mr. Blonde en Reservoir Dogs (Perros de la calle, 1992), donde interpretó a un criminal despiadado que protagoniza una de las escenas más impactantes del cine de Tarantino. Posteriormente, volvió a colaborar con el director en la saga Kill Bill, dando vida a Budd, el hermano del antagonista Bill.
Más allá de sus colaboraciones con Tarantino, Madsen también dejó huella en títulos como Thelma & Louise, Sin City y Había una vez en Hollywood. Su presencia en pantalla, caracterizada por una mezcla de dureza y vulnerabilidad, lo convirtió en un actor de culto, especialmente en el género de acción y drama criminal.
Su fallecimiento ha provocado múltiples reacciones en redes sociales, donde colegas, cineastas y fans han expresado su tristeza y han recordado su talento, carisma y estilo inconfundible.
Con su partida, Hollywood pierde a una figura que encarnó el lado más rudo, melancólico y humano del cine independiente estadounidense.