En 2013, los huéspedes del Hotel Cecil de la ciudad de Los Ángeles, comenzaron a quejarse de la presión del agua, por lo que un empleado subió al techo del lugar para revisar los enormes tanques de agua. Revisó las tres primeras cisternas y no encontró nada anormal hasta que llegó al cuarto, el cual no tenía la escotilla asegurada. Lo destapó y encontró el cuerpo de una mujer. Era Elisa Lam.
La noticia le dio la vuelta al mundo. Después de estar tres semanas desaparecida, encontraron su cuerpo en uno de los tanques del hotel. ¿La asesinaron?, ¿cómo logró acceder al techo?, ¿ cómo su cuerpo llegó ahí? Ocho años más tarde y aún no hay respuestas para esas preguntas… para ninguna en realidad.
Cuando el caso se hizo del interés de los medios, varios huéspedes del Cecil Hotel confesaron que el agua sabía rara, que al abrir la llave, el agua salía color café o negro y después de ponía “normal”. Elisa Lam, de 21 años, estuvo todo el tiempo ahí, pero aparentemente nadie supo cómo ni por qué. Hoy, sigue siendo un caso sin resolver.
Con la noticia de una nueva serie de Netflix sobre cada detalle del caso de la desaparición y muerte de Elisa Lam, es que nos pusimos a investigar qué se sabe hasta hoy, cuáles fueron los avances, declaraciones, reportes y todo lo relacionado al Hotel Cecil, los asesinos que durmieron en sus habitaciones y el caso de Elisa Lam.
Hotel Cecil
El Hotel Cecil se construyó a finales de la década de los 20. Era un hotel de lujo, con mármoles en distintos espacios y una ubicación perfecta de un lugar que en aquel momento, pretendía ser una zona exclusiva de Los Ángeles, el downtown.
Todo iba marchando bien hasta que llegó la Gran Depresión. Nadie podía costear un lugar como el Cecil, y los que podían, no se iban a hospedar ahí, por lo que con el paso del tiempo y el deterioro de la zona, el hotel se convirtió en un lugar de “mala muerte”. Se hospedaban criminales, traficantes y aquellos que consiguieran un par de dólares por una habitación.
El Cecil habilitó una zona del hotel para huéspedes que pretendían quedarse más de una noche y pudieran pagar una especie de alquiler por un servicio deplorable. Los contrastes del lugar es que drogadictos y prostitutas paseaban por los mismos pisos lujosos que alguna vez vieron desfilar a personalidades y personas de dinero.
El Hotel Cecil fue “hogar” de uno de los asesinos en serie más populares en la historia de Estados Unidos, “The Night Stalker”. También se hospedó en una de sus 700 habitaciones Jack Unterweger, un austriaco que asesinó a más de 10 mujeres en Europa y Los Ángeles.
El Hotel Cecil también se ha hecho popular por historias falsas de otros crímenes de la ciudad. Por ejemplo, muchos creen que Elizabeth Short, conocida como la Dalia Negra, fue vista por última vez en 1947 el bar de este hotel. Pero en realidad, fue vista en el bar del Biltmore Hotel. A más de 70 años de su asesinato, el caso sigue abierto y es uno de los más espeluznantes. Pero este no tiene nada qué ver con el Cecil.
La historia del Cecil se cuenta entre asesinatos, suicidios, violaciones, historias falsas, accidentes y la desaparición de Elisa.
Elisa Lam
Los padres de Elisa, David y Yinna Lam, son originarios de Hong Kong. Elisa nació ahí, pero creció en Vancouver. Hablaba cantonés e inglés, y a sus 21 años, era estudiante de la Universidad de British Columbia. El 26 de enero de 2013, llegó sola a la ciudad de Los Ángeles en calidad de turista después de visitar San Diego. El plan era moverse a Santa Cruz.
Se registró en la recepción del Hotel Cecil, ahora conocido como Stay on Main. La última vez que la vieron, fue el 31 de enero de 2013. Un par de días después, tras no haber contactado a sus padres, estos llamaron a la policía de Los Ángeles para reportar la desaparición de su hija.
Tres semanas después, el 19 de febrero, encontraron el cuerpo de Elisa Lam sin vida.
Sin embargo, durante la investigación, surgió un video del elevador del Cecil Hotel donde se podía ver a Elisa. La fecha es del 31 de enero, el último día en que la vieron con vida y el día en que debía abandonar el hotel.
La joven se mete al elevador. Espera. Las puertas no se cierran y ella se asoma. Vuelve a entrar y parece que se intenta esconder en la esquina. Se vuelve a asomar y sale cautelosa del elevador. Entra y sale. Se queda afuera y mueve sus brazos quizá para recogerse el cabello. Vuelve a entrar y comienza a picar todos los botones del elevador. Sale de nueva cuenta y parece “conversar” con alguien o dirigirse hacia algo. Se va.
En todo el video, el comportamiento de Elisa Lam es extraño, y la puerta del ascensor nunca se cierra mientras ella está cerca. Luego, cuando aparentemente se va, el elevador se cierra y viaja a otro piso (las puertas del pasillo son rojas). Esto es lo último que se tiene registrado de Elisa con vida.