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¿Por qué un precandidato de origen indígena en San Luis Potosí?

En medio de la trifulca, el laberinto político y los partidos que la integran. En medio de la confusión, las intrigas, las traiciones, los sabotajes y demás expresiones casi cavernícolas que podemos observar desde nuestras humildes moradas de cuarentena impuesta por la epidemia; resalta que una persona humilde y victimizada por el ahora oportunista de todos los tiempos, Xavier Nava Palacios, surja como precandidato a la alcandía de la ciudad de San Luis Potosí, no es poca cosa.

A decir de su propia palabra: “gano aun perdiendo”. Porqué la cuestión estriba en visibilizar lo que algunos sectores privilegiados, quieren ocultar y no escuchar a los indígenas, a las comunidades que integran el México profundo y originario que antecede al surgimiento del Estado Nación y que resisten el salvaje proceso de asimilación forzada por un modelo de desarrollo que no los hace participes, ni los incluye. Los antes dueños de todo, ahora excluidos y discriminados del desarrollo económico, social, cultural y político; hacen un esfuerzo titánico por hacerse ver y mostrar a la sociedad homogénea el derecho a la diferencia, a la pluriculturalidad, y al mosaico multilingüistico que es México y San Luis Potosí.

Él jamás pensó en ser precandidato, sino es porque un grupo de jóvenes le animara a mostrar su rostro; hacer oír su voz en medio de la vorágine política y convulsiva que vivimos. Él como representante mazahua en su momento llevó a  Nava a sudar ante un juicio político ante el  Congreso del estado tras denunciarle repetidas veces, sus omisiones, simulaciones e incumplimientos en relación a los derechos de las personas indígenas asentadas en la ciudad de San Luis Potosí.

Logró sentencias históricas para crear la unidad especializada de asuntos indígenas del ayuntamiento capitalino, ganándole a Nava, a su desmemoria, a su prepotencia varias recomendaciones que a la fecha el oportunista político de todos los tiempos no ha cumplido.

Vicente Domingo Hernández nos viene a recordar, que todos y todas las ciudadanas tenemos el derecho de votar, pero también de ser nominados y votados; independientemente de nuestra condición socioeconómica política y cultural.

Él viene a levantar este día una bandera nacional que luce en el centro el origen ancestral de la nación; el águila y la serpiente; el mito de crear, en donde era imposible; una nación que reconoce en el agua la vida, en el águila la aspiración de vivir en armonía con el universo y en la tierra el vínculo con la madre que todo nos da y nada nos quita.

El indígena viene a decirnos a las y los potosinos, que resistir es un derecho cuando los privilegiados no respetan los derechos ajenos, los derechos de las comunidades indígenas, los derechos de las mujeres, de los jóvenes, de los niños y niñas; cuando desde el privilegio atentan contra el medio ambiente, la vida, el agua y que cuando llega la obscuridad, es apremiante llenar de luz los corazones y convertir las palabras en fuego que alimente la humanidad de las personas, hasta que la dignidad se haga costumbre.

 

Observatorio Indígena Mesoamericano.