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LAS REGLAS DEL JUEGO

Aunque a muchos se les olvide hoy día, la clave para que no estemos sacándonos unos a otros los ojos a cada rato es respetar las leyes. Sí, ya sé que me van a decir que todos violan la ley, que México es uno de los países con mayor impunidad, etcétera, etcétera. Pero al final existen, al final hay reglas para jugar el juego, y así como hay tipejos (y tipejas) que les valen un pepino, créanme, hay muchos más que si tratamos de caminar por el lado correcto de la calle.

En política la cosa es la misma, hay quienes se van por lo derechito de la ley y otros que buscan cualquier grieta para meterse y salirse con la suya de forma poco honesta. No creo que deba decirles que el punto al que voy tiene que ver con el señor ese que quiere ser (a huevo) gobernador de Guerrero, y con el otro candidato que se quedó como el chinito con sus aspiraciones. También están los demás candidatos que fueron sancionados con multas o pérdida de su registro como aspirantes a algo. Y es que no es muy difícil entender este juego oscuro corazones míos, aquí las reglas las respeto y hago respetar cuando me convengan, cuando no, entonces esperen mi furia implacable y mi indignación contundente, ante la violación a la democracia (ya ven, hasta yo sueno como político lastimado si me lo propongo).

Durante lo que va del siglo XXI, muchos partidos, actores políticos, grupos sociales, y demás involucrados en la cosa política, pugnaron porque las reglas fueran más estrictas para evitar los fraudes, las luchas desiguales, los apoyos ilegales, los excesos en medios, y demás puntos que conforme pasaron los años y las reformas, se fueron haciendo más duras, para todos. Incluso hay muchos de esos que, si estudiaron y saben mucho, diciendo que en México estamos “sobreregulados”, que tenemos muchas leyes para las elecciones y que deberían ser más simples. Y a veces uno piensa que sí es así, pero luego vienen las campañas y se nos quita.

Y como no. Si con ver los sainetes que se arman cuando no se salen con la suya ya se cura uno de espanto. No puede ser que, primero le quieras ver la cara al árbitro diciendo que no vas a jugar, que ni uniforme traes, luego vas y le dices que quieres que te anoten como goleador en el partido, y obvio te dicen que no, que tú no dijiste que jugabas, te enojas, haces berrinche, dices que si tenías zapatos para jugar pero ya viejitos, y una sarta de mentiras y triquiñuelas con el afán de ganar algo a la mala. Pues es lo mismo con el tipo este de Guerrero.

Primero que no hizo precampaña y por eso no gastó, obvio no había reporte que entregar. Luego, cuando se comprobó que sí hizo gastos y si era una precampaña, dijo que era poquito y que si reportó (dos meses después). Pierde el registro, se va al tribunal, el tribunal, como es carnal del señor de Palacio, dice que pues que si hubo falta, pero que no sean tan rudos y no le quiten su derecho a saquear al estado, pero se lo dicen sutil, así como no queriendo la cosa. Se regresa al árbitro el caso y en ese lapso el animal esté se avienta como kamikaze y amenaza consejeros, amenaza al INE, amenaza con evitar las elecciones, en fin, hasta con ir a casa del presidente del INE amenazó en un afán de amedrentar y salirse con la suya.

El martes se volvió a votar. 5 consejeros (los de AMLO) dijeron que sí podía ser candidato, otros 6 dijeron que no. Esas son las reglas del juego. No chillen. Jueguen limpio.

 

 

Licenciada en Ciencias Ocultas

Doctora Honoris causa del Instituto Tecnocrático “Mártires del Neoliberalismo”.

remedios.morales.lap@outlook.com