Ya saben de qué va esta columna, no es sorpresa que en estas últimas semanas mi tema ha sido la violencia contra las mujeres y la forma en que los gobiernos y partidos están reaccionando. Y es que no ha habido descanso en este asunto. Si checan por ahí el almanaque que a bien tiene este medio de alimentar con nuestras columnas, verán que desde lo del “torito” hasta lo de esta semana, es una tras otra de ofensas, omisiones, agresiones, cinismo y valemadrísmo de los políticos contra las mujeres. Y para muestra, una mano negra.
Resulta que el candidato de Morena, el carnalito del Senador Ricardo Monreal (ese de la risita socarrona) fue captado en el momento en que pasa por detrás de la candidata a presidenta municipal de Juchipila, Zacatecas, cuando se ve como le toca una nalga con su mano derecha y en reacción ella se lleva sus manos como diciendo “¿qué fue lo que pasó?”. Como siempre el vídeo se regó como pólvora y como tal explotó en la cara de todos los morenistas. Ya me imagino su cara como la de mi comadre Claudia en su meme famoso: “¿y ahora qué…?”. Pues ahora fue una más, una chingadera más. No es posible que sigamos viendo políticos así, que se dejan llevar por sus instintos de bestias y creen que el cuerpo de una es de su propiedad. Están locos.
Y ejemplos muchos, muchos. Pero ahora, no sólo fue las denuncias del “torito”, o los cursos de Mario Delgado y Clara Luz con la secta NXIVM, no. Ahora fue un vídeo claro y de estos días, una agresión evidente sobre el cuerpo de una mujer por un hombre que se siente con ese poder. Los testigos dicen que la ofensa fue tal que la candidata no quiso ya subir al templete del mitin con el patán de David Monreal, incluso circuló una foto de ella junto a gente de su equipo con una evidente cara de molestia. Lo triste fue que, en lugar de proceder a defender su integridad, su dignidad, su valor como mujer y ser humano, salió en un vídeo grabado por su equipo donde aclara que no hubo tal agresión. Esto si es lamentable. No sé, y tal vez tardemos en saber o nunca lo sepamos, si fue presionada para ello. Conociendo los arranques de la familia Monreal, no lo dudo. Doble agresión: el tocamiento y la humillación de tener que sacar la cara por tu agresor. Eso es el cuadro pintado con el cinismo de la gente de Morena.
Muchas callaron. Otras hablaron sólo para hacer evidente que están entregadas al líder y al partido, más allá de su dignidad. Aún y a pesar de que en una entrevista el propio canalla deja ver la clase de tipo sin escrúpulos que es. Primero dijo que no era cierto, luego que el vídeo era un truco, después que fue un rose accidental, para terminar con un eufórico “mentira, mentira, mentira...”. El pobre no sabía que estaba parado sobre arenas movedizas y que cada que decía algo se hundía más. El presidente de Morena, el de la República, el Senador, la secretaria del partido, las mujeres del gabinete… todos en total silencio cómplice.
Para rematar, detienen a otra fichita: Benjamín Saúl Huerta. Diputado de Morena en Puebla que busca su reelección. Al señor lo acusan de intento de abuso sexual de una menor de edad. Obvio el querubín saco la charola y gracias al fuero legislativo (ese que dicen que ya no existe) salió en libertad. No dudo que más ejemplares de este tipo vayan apareciendo. Espero Delgado no corra a la letrina a esconderse nuevamente.
Nada nuevo bajo el sol en este averno que se ve celestial porque estamos en campañas. Ya chole.
