Mucho verbo y pocos resultados. Después de sus primeros tres partidos al frente del Guadalajara, Marcelo Michel Leaño lleva la maravillosa cosecha de un punto, lo que ha provocado que la directiva reactive el plan de contratar a un nuevo entrenador, sobre todo en lo que a Ricardo Peláez respecta, porque jamás ha estado convencido de que el amigo de Amaury Vergara esté al frente de las Chivas.

La paupérrima exhibición ante el Querétaro y el desastre que resultó el clásico tapatío son las armas del director deportivo, quien desea aprovechar la Fecha FIFA para cerrar al técnico, proponérselo al dueño y enviar de regreso a las fuerzas básicas a ese muchachito que habla bien bonito, pero ha demostrado que lo suyo, lo suyo, no es dirigir.

Por El Universal