Para ayudar a bebés con enfermedades graves o que nacen prematuramente, enfermeras del Hospital Regional Nossa Senhora de Bom Conselho en Brasil, decidieron tejer pulpos de diferentes colores para que así se sientan acompañados y más tranquilos.
La iniciativa brasileña que lleva por nombre “Crocheteiras e cia”, nació en el 2017 y se presume en redes sociales donde se observa a las enfermeras posar con los pulpos y con otros detalles que han bordado como gorros y zapatos. Se presume que desde el inicio del proyecto se han elaborado al menos mil 600 pulpos.
"De acuerdo con medios locales, quien comenzó con el proyecto fue la enfermera Lusandra Maria Gomes Almeida luego de ver un proyecto así en el 2013, pero en Dinamarca. “Yo era voluntaria como consultora de lactancia. Mirando las páginas de internet, vi que estaban estos pulpos del amor, un juguete al que el bebé ha estado apegado desde que era pequeño y que aporta beneficios terapéuticos y se vieron resultados en 17 países con este método”, contó a Boas Notícias.
La cercanía del pulpo ayuda a los recién nacidos a sentirse más acogidos y tranquilos mientras reduce la frecuencia cardíaca y respiratoria. Foto: Instagram Crocheteiras
Beneficios para el bebé
De acuerdo con el relato de la enfermera, para el 19 de marzo, día del artesano, invitó a sus amigos crocheteros a participar y más adelante fue que llevó la idea al hospital, donde ya funcionó, y en sus palabras, el equipo quedó encantado y aceptó.
Por su parte, la fisioterapeuta Natascha Cibele Barbosa, quien también forma parte del proyecto, aseguró que los pulpos ayudan en el desarrollo de los bebés que nacen antes de las 37 semanas de gestación ya que con sus tentáculos simulan para el bebé el cordón umbilical; y la textura del crochet se asemeja a la textura de la pared uterina con lo que se sienten más acogidos y tranquilos, reduce la frecuencia cardíaca y respiratoria, y acelera el proceso de maduración.
Además, las enfermeras y doctoras que participan en la iniciativa han dado talleres para enseñar a crear los pulpos para donarlos, pero por la pandemia del COVID-19 esto se suspendió y la cantidad de voluntarios ha disminuido, sin embargo, no descartan poder volver a tener los talleres.
Por Plumas Atómicas
