En la ONU, Ebrard exige más controles a armas; tráfico "es una amenaza a la paz"

El canciller Marcelo Ebrard encabeza la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que llamó a los fabricantes a cooperar para tener un mayor control de las armas y evitar que terminen en la delincuencia organizada.

Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el canciller Marcelo Ebrard llamó a los actores privados a contribuir en acciones de regulación y moitoreo de las cadenas de distribución para evitar el tráfico de armas, el cual dijo que es "una amenaza a la paz y seguridad internacionales".

Al presidir la sesión del consejo, Ebrard expuso a nombre de México la necesidad de que los países cuyas industrias producen una mayor cantidad de armas de fuego ligeras deben reforzar su regulación para combatir el trafico ilegal y que éstas no lleguen a grupos del crimen organizado.

“México cree firmemente que no basta con que el Consejo promueva y fortalezca esquemas de gestión de armas y municiones, sino que es imperativo atender el ciclo completo de vida de las armas, incluidas la intermediación, la transferencia y los usuarios finales. Nuestras gestiones deben poseer un enfoque preventivo, como se debatió aquí mismo la semana pasada, con el fin de mejorar la identificación de riesgos y evitar que las armas caigan en las manos equivocadas.

"Los actores privados deben contribuir con acciones de regulación a fin de frenar el desvío de armas que comercializan para asegurarse que las armas no lleguen a manos criminales", dijo el secretario de Relaciones Exteriores.

En su exposición mencionó que el tráfico de armas es un fenómeno global que "afecta gravemente a la población civil, propicia la violencia, genera desplazamientos de personas que desean escapara de contextos de seguridad".

Al dar la bienvenida a este debate, en el mes en que México tiene la presidencia de este órgano de la ONU, el funcionario mexicano advirtió que mientras siga el tráfico ilegal de armas de fuego resulta más difícil controlar conflictos y reducir la violencia en el mundo. Señaló que, según cifras oficiales, cada día, alrededor de 500 personas pierden la vida y otras 2 mil resultan heridas por disparo de arma de fuego en el mundo, y habló de lo que ocurre en Latinoamérica.  

“En el control de armas se necesita hacer mucho más, estimamos que en América Latina que 75 u 80 por ciento de los homicidios y feminicidios se llevan a cabo con armas que son producto del tráfico ilícito y en las que participa mucho la negligencia de las empresas que producen estas armas.

“No tiene que ver con migración, tienen que ver con un trafico a gran escala. Esto ocurre en todo el mundo, entonces a mayor disponibilidad de estas armas, menores posibilidades de controlar los conflictos, reducir la violencia y tener paz en el mundo”.

La sesión del Consejo de Seguridad, denominada El impacto del desvío y tráfico de armas para la paz y la seguridad, se lleva a cabo el día en que los 11 principales fabricantes de armas de fuego en Estados Unidos deben responder a la demanda que interpuso México en la Corte de Justicia de Massachussets por su “comercio negligente” sin control, que permite que sus productos lleguen a grupos de la delincuencia organizada en nuestro país de forma ilegal y sean causantes de la ola de violencia.

“México denuncia, en la demanda, que determinadas prácticas negligentes en ese comercio generan daños graves para nuestras sociedades y considera a este litigio como una cuestión de principio y una obligación moral para evitar el dolor y afectación a miles de familias que se han visto afectados por el uso de armas ilegalmente traficadas, así estén clasificadas como pequeñas y ligeras”.

Acompañado del representante permanente ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, el canciller mexicano afirmó que, si no hubiera una disponibilidad casi ilimitada de armas, la mayoría de los conflictos armados bajo la agenda del Consejo de Seguridad tendrían más oportunidades de soluciones pacíficas. Mientras los actores en conflicto, especialmente aquellos grupos no estatales, mercenarios y criminales, mantengan su poderío militar y material, optarán por la vía de la fuerza por encima del diálogo, la política y la diplomacia.

“México hace un contundente llamado para que se establezcan y mejoren los mecanismos para monitorear y prevenir las transferencias internacionales ilícitas de armas, el desvío del comercio y el tráfico transfronterizo. Al mismo tiempo, llama la atención de los Gobiernos para que juntos animemos a nuestros respectivos sectores privados a establecer medidas de autorregulación conforme a sus legislaciones domésticas, para prevenir que sus prácticas comerciales propicien activamente el tráfico ilícito de sus productos.

Durante el encuentro en el UNSC participaron Robin Geiis, director del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (UNIDIR) y María Pía Devoto de la Junta de Gobierno para el Control de Armas, además de representantes de más de 45 naciones interesadas en este tema.

 

Por Excélsior