La historia pesa; esmeraldas, zorros y la memoria

.

Se dosifica con la historia el Atlas, no con sabiduría porque hay grandes espacios entre sus finales.

Existe una sin embargo que tiene que ver con los actuales, aquella de la temporada 1948-49 cuando el primer lugar fue el León y el segundo el Atlas.

Eran los estadios de madera, de olor a puro y de boina en las tribunas, con aficionados que buscaban la independencia futbolística de los equipos españoles.

El León había sido campeón en la 1947-48 al vencer al Oro y se convertiría en el primer bicampeón del futbol mexicano.

Ese Atlas, al que desde tiempos inmemoriales la suerte arrecia en su contra, empató en la última jornada y el León venció al Asturias 2-0.

No fue propiamente una final pero ha sido el único torneo en que Atlas y León culminan entre los primeros dos sitios.

En cuanto a los campeonatos, las historias son distintas. El León, un animador por siempre del futbol mexicano, cerró el libro de su brillante historia bohemia con cuatro títulos, con Antonio Carbajal incluido.

En los 90 vino otro de Víctor Manuel Vucetich y luego el bicampeonato con Gustavo Matosas para completar el círculo con el octavo campeonato de Ignacio Ambriz el año pasado en tiempos de pandemia.

El Atlas es moroso en cuanto a la entrega de campeonatos, sólo aquel de 1951, el del penal de Edwin Cubero  ante las Chivas con un equipo que se fue haciendo en blanco y negro para la eternidad y que dejó una copa que se desoló con el paso del tiempo,

El Atlas tiene entonces una consigna consigo mismo, la de cambiar su triste historia por un mejor futuro..

EL JALISCO, POR FIN

Un estadio inconmensurable como el Jalisco ha tenido que esperar mucho tiempo para ser el inmueble donde se finiquite una final.

Desde diciembre de 1997 no se cierra un torneo en su cancha, cuando las Chivas completaron un torneo idílico venciendo a Toros Neza por goleada. 

 

Por Excélsior