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LAS OBSESIONES DE JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ, ´EL TIGRE´ / II

Por sus textos los conoceréis, rezaría el refrán. Y en el caso de Juan José Rodríguez, alias ´El Tigre´, singular personaje de la picaresca política de San Luis Potosí, aplicaría de maravilla. Le ajusta como anillo al dedo.

 Ante personajes como éste, priista o panista a conveniencia, cuyo principio rector es el avanzar a costa de lo que sea, siempre es pertinente preguntarse qué intereses mueven su pluma sobre la página en blanco o, sea el caso, qué impulsa su teclear desaforado, ayuno de análisis serio y riguroso y, por lo mismo, generoso en mentiras y calumnias.  

Plagando de adjetivos sus textos, este pseudocolumnista político arremete, obsesivo, una y otra vez contra los actores políticos que hoy por hoy buscan transformar radicalmente las condiciones de vida de los más necesitados del estado… y del país. 

Sin buen juicio que lo frene, este felino de cola larga endilga a quienes, poca cosa, han sido favorecidos con el voto ciudadano, acusaciones y oscuras tramas que su deficiente autodidactismo periodístico teje. Denuncias, señalamientos y acusaciones, por cierto, que han sido desahogados por las instancias correspondientes. Y que se han derrumbado por inconsistentes y han mostrado que sólo eran, y son, parte de la guerra sucia desatada para obstaculizar el nuevo rumbo elegido por los potosinos. Sí, así es el andar de este vocero del oficialismo priista y blanquiazul hoy en desgracia.

Como si se encontrará en el centro de la casa de los espejos, llama mentirosos, mitómanos, tramposos, duros de cara, mafiosos, corruptos y más a los reflejos que su rudimentario entendimiento le permite percibir, pero no procesar ni reconocer.

Este personaje, ´El Tigre´, que ha cambiado de piel una y otra vez, califica de incongruentes a sus adversarios. Ha buscado, y busca, sembrar cizaña. Mala hierba de productos venenosos. ¡Vaya sangre fría!

Por cierto, se confiesa confundido e incapaz de comprender que hoy se opte, sin renunciar a la crítica, por un proyecto, el de la Cuarta Transformación, al que la mayoría de la gente da la bienvenida, no solo porque ahora sí es tomada en cuenta, sino por ser el eje de las políticas públicas. Cosa que por décadas no se hizo.  Por el contrario, se le ignoró, se le relegó, se le abandonó.

Ante la rabia del “columnista” y su verborrea visceral y carente de sustento, cabe preguntarse, ¿será por encargo? Como el presidente Andrés Manuel López Obrador, cabeza de la 4T, lo ha expresado en sus mañaneras, si no suena lógico, suena metálico. ¿Será? Allá la casa editorial que albergue a personajes de tal calaña.