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LOS TUMBOS DE XAVIER NAVA

Desde años atrás, en las mesas donde se mienta a Xavier Nava Palacios surge una duda: si al nieto de Salvador Nava Martínez el apellido le quedó grande o, simplemente, el personaje le quedó muy chico al nombre y renombre del histórico líder social y político del estado. 

 

Actualmente, Xavier Nava, exalcalde de la capital de la entidad, vive días difíciles. Así se publicó la nota el pasado 18 de diciembre: El Congreso de San Luis Potosí inhabilitó por un periodo de hasta 18 años a Xavier Nava Palacios y a nueve exintegrantes del cabildo del ayuntamiento por no respetar un amparo y realizar la construcción de una vialidad durante el periodo de su administración (2018-2021).  

 

Es cierto que el político que llegó a gobernar la alcaldía de la mano del PAN aún patalea. Afirma que no se respetó su derecho a una defensa y que el juicio en el que se basa la acusación no ha concluido, pues alega que no fue notificado conforme a la ley. Podría ser cierto, pero desde tiempo atrás la suerte no lo acompaña. Ni el prestigio del abuelo, del que se ha servido a lo largo de en su carrera política, lo salva hoy por hoy de los tumbos que anda dando. 

 

Primero buscó ser candidato del blanquiazul a la gubernatura del estado. Fracasó. En la contienda se impuso el panista Octavio Pedroza. Por supuesto, al bajarse de la disputa, se dijo víctima de una campaña negra contra su legítima aspiración. Sí, como esas campañas de desprestigio emprendidas contra sus adversarios dentro del panismo y fuera de éste. Se acercó a los bienafamados Chuchos para ser el abanderado del PRD que, aseguraba a propios y extraños, le financiarían su campaña. Fracasó. 

 

Como premio de consolación, quiso reelegirse en el ayuntamiento potosino. Para ello, en febrero de 2021 confirmó su ruptura con el PAN. Cambió de chaqueta. 

 

Olvidando ataques, imputaciones y difamaciones, quiso subirse al tren de la Cuarta Transformación y se puso los colores de Morena. Y aunque fue presentado como “referente de buen gobierno y honestidad en el estado” y juró “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”, ¿qué creen? Sí, tambien fracasó. 

 

El 20 de noviembre Xavier Nava vio algo de luz. Claro, nuevamente bajo la sombra del abuelo. La mañana de ese sábado, fue electo presidente de lo que queda del Frente Cívico Potosino (FCP), organismo de la sociedad civil que en sus momentos de gloria fue encabezado por el doctor Salvador Nava. 

 

En su primer mensaje, Nava, el chico, aseguró que trabajará desde el Frente “para hacer notar y denunciar los abusos y los excesos cometidos desde el poder”. Algo, seguro, sabrá de este tema. 

 

Y aunque las actuales ruinas del FCP tienen la fachada apartidista, lo que se espera, conociendo las habilidades del nieto en desgracia, es que esas siglas se conviertan en su puesto de francotirador contra el actual gobierno de la entidad, y sean su “muro de defensa” para enfrentar las acusaciones de irregularidades en su gestión al frente de la alcaldía. 

 

Así lo adelantó el diputado verde José Luis Fernández, presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del estado. Para éste, la reactivación del Frente Cívico Potosino es un intento del exalcalde para evadir sus responsabilidades “ante los actos de corrupción que ha señalado el actual alcalde de la capital potosina, Enrique Galindo Ceballos”. Dichos acompañados con una denuncia contra quien resulte responsable de las anomalías en la administración 2018-2021. 

Triste papel se prefigura para el nieto de un buen hombre: ser recordado por la cortedad de miras, la mediocridad y por ser un mal político.