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La fábula de los perros y las desgracias del clan Nava

En la fábula _Los perros hambrientos_, Fedro narra que unos canes vieron una piel sumergida en el río (puesta allí para ser lavada antes de teñirla). Para sacarla más fácilmente y comérsela, empezaron a beber el agua, pero murieron reventados antes de conseguir su plan.

La moraleja que acompaña a la pequeña ficción es que un proyecto insensato no sólo resulta ineficaz sino que arrastra a los involucrados a la perdición.

A la luz de las recientes noticias, este relato y su enseñanza bien acomodan al caso de Xavier Nava y su clan, quienes no solo han visto fracasar sus planes de sacar el mayor provecho personal de su paso por la administración pública.

Hoy, el fallido aspirante a reelegirse en la alcaldía capitalina y varios de quienes conformaron su círculo cercano de colaboradores --¿debiera escribir compinches?-- se encuentran en líos. Algunos de éstos y su jefe enfrentan procesos en su contra.

Y aunque patalean y alegan que son inocentes, y se dicen “perseguidos políticos” y víctimas de una venganza, lo cierto es que ya varios fueron inhabilitados para ocupar cargos públicos y otros incluso enfrentan acusaciones de diversa índole al ejercer sus cargos.

Y no son elucubraciones tejidas en este espacio. Son hechos. Ya es de conocimiento público que la Fiscalía General del Estado investiga por corrupción, uso indebido de la función pública, desvío de recursos y peculado al ex presidente municipal de San Luis Potosí, Xavier Nava Palacios; al extesorero Rodrigo Portilla Díaz y al exdirector de Desarrollo Social, Óscar Valle Portilla, por el manejo de una “nómina fantasma” mediante la cual habrían desviado por lo menos 100 millones de pesos al “pago de salario” a personas que no laboraban en el Ayuntamiento de la capital potosina.  

Al igual que Nava Palacios, Alfredo Lujambio, quien fuera su relevo en la alcaldía al irse a la aventura electoral, también fue inhabilitado y actualmente está en el banquillo de los señalados por la acusación de una exsecretaria que lo denunció por abuso sexual cuando este se desempeñaba como presidente municipal interino. Como se apuntó ya en este espacio, Alfredo “N” ya fue vinculado a proceso. Un juez de Control le informó que existían “los datos de prueba” suficientes para que continúe el proceso en su contra, estableciendo medidas cautelares, entre éstas, la prohibición de tener cualquier clase de contacto con la denunciante. 

Sin olvidar que sobre Lujambio Cataño pesan también señalamientos de desvíos de recursos públicos. Amén de que en la prensa se ha cuestionado “su torpeza administrativa, obras públicas detenidas y falta de operación política”.  

También aparece Ricardo García Rojas, quien fuera  director de Deportes de su “amigo” Nava Palacios. A este sujeto, dos entrenadoras extranjeras que laboraban para el ayuntamiento potosino lo denunciaron por acoso sexual. También fue vinculado a proceso.

En el caso de Sebastián Pérez, Teresa Carrizales, exoficial del Registro Civil y excandidata a a la alcaldía, ha afirmado que mantendrá su denuncia contra los funcionarios municipales que resulten responsables de haberla desalojado violentamente cuando era oficial del Registro Civil. Ha señalado de manera reiterada a Sebastián Pérez como responsable de dicha agresión, que fungía como secretario general en el ayuntamiento.

Y la lista sigue... pero el espacio es finito. Vale la pena cerrar con el proverbio “Vive contigo y sabrás cuán escaso es el caudal de tus méritos”.