A más de uno le sorprendió la oleada de mala publicidad que Spotify ha recibido en los últimos días por una de sus figuras más emblemáticas en Joe Rogan. Sin embargo, un número considerable de usuarios en internet ya tenían meses (e incluso años) advirtiendo que la mala fama del comunicador terminaría afectándole a la empresa que lo tiene contratado en un momento u otro.

¿Pero por qué es tan importante la oleada de denuncias que Rogan ha recibido por medios y activistas en los últimos días?

Para los que no están familiarizados, Joe Rogan inició su ascenso a la fama como un comentador en las peleas de artes marciales mixtas con un estilo explosivo que lo fue ligando a apariciones en televisión y, finalmente, un exitoso programa en internet llamado “The Joe Rogan Experience” seguido actualmente por cientos de miles de fans.

Vale la pena destacar que el podcast de Rogan cuenta, entre otras cosas, con un flujo interesante de invitados, que van desde reconocidos académicos, investigadores, celebridades, influencers, y no menos importante, promotores de teorías de conspiración sobre distintos y muy variados temas.

Desde hace meses, analistas y activistas sociales denunciaron que, en distintos programas, Rogan se mostró crítico en torno a la información que fue surgiendo en torno a la pandemia, particularmente un punto de interés de Rogan fue el tema de la aplicación de vacunas, sus efectos y cuestionó incisivamente si la población debía de tomarlas.

Vale la pena destacar que durante la pandemia, las redes sociales han recibido particular atención en su papel que juegan en la información y desinformación sobre el COVID-19, tema que incluso ha tenido serias repercusiones en el prestigio de Facebook frente a las autoridades del congreso en su país de origen.

Es así como Rogan, con su alcance y mercado cautivo fue señalado por jugar un papel “irresponsable” dentro de la decisión de miles de estadounidenses en torno a las campañas de vacunación dentro del país, donde, por cierto, se presenta una de las mayores tasas de rechazo en torno a la aplicación de dichas vacunas.

El presentador tomó las redes sociales al poco tiempo para defender su postura, invitando a su público a informarse, tomar las precauciones debidas, pero, al mismo tiempo, insistiendo que su programa seguiría abriendo las puertas a expertos que no fuera “pro-vacunas” y que cuestionaran el manejo de la pandemia por parte de los gobiernos norte americanos.

La respuesta, si bien fue recibida con respeto por parte de algunos, para muchos otros significó que el comunicador americano estaba reafirmando una postura que podría seguir contribuyendo a la desinformación en torno a la pandemia.

Al respecto, Spotify insistió en defender al comunicador, situación que hizo que la empresa se desplomara en la bolsa de valores e incluso, generó una campaña en redes llamada “desinstalamos Spotify” misma que fue apoyada con el retiro de la música de grandes exponentes como es Neil Young, Joni Mitchell, Brené Brown (entre otros) quienes dijeron que no volverían a la plataforma hasta que la misma no retirara el podcast de Rogan de sus contenidos.

La crisis de relaciones públicas fue rápidamente apoyada por la empresa Apple y su servicio quienes presumieron ser “la nueva casa de Neil Young” y así, aprovechar la salida de usuarios de dicho sistema para entrar en el suyo.

Por si esto fuera poco, ahora surge (o en este caso resurgen) antiguas entrevistas de Rogan donde defiende el uso de palabras racistas bajo el argumento de que “no son malas palabras excepto para quienes las ven así”, tema sumamente sensible en uno de los países con mayor segregación racial en el continente.

Será importante ver en los próximos días que otras noticias saldrán al respecto, pero lo cierto es que mientras Spotify siga defendiendo a su comunicador, seguirá perdiendo dinero.