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La otra herencia

En recientes días hemos presenciado a un grupo de personas indígenas salir a las calles, e incluso con violencia verbal inquirir a funcionarios estatales y municipales sin ton ni son, así como expresarse en tono altisonante contra otros indígenas.

Pues bien, tal parece que como esta en boga el asunto de las herencias, en la capital potosina, en el tema indígena vivimos otra herencia, la “herencia neonavista”.

Recordemos que, en la pasada administración municipal de la ciudad capital, hubo un ciudadano que se comportó prácticamente como un “virrey”. No sólo no escuchó a la ciudadanía, sino también desoyó a tribunales. Destacó su falta de cumplimiento a diversas sentencias como la que le indico remover a su director de asuntos indígenas por no consultar y no considerar a las comunidades indígenas que se encuentran asentadas en la capital y que cuentan con su debido registro como tales en el padrón de comunidades del estado.

El “virrey” omiso, permitió la usurpación de ese cargo, manipulando a un grupo de personas indígenas para guardar las apariencias de “legitimidad” para ocuparlo.

Tras un largo proceso jurisdiccional, la nueva administración municipal recibe como parte de los pendientes, el dar cumplimiento a esa sentencia. Finalmente, los originalmente demandantes indígenas intentan incluir el mayor número de representaciones en la Unidad Especializada, exigiendo al ayuntamiento capitalino un cumplimiento sustituto de sentencia donde se maximizará la protección de sus derechos humanos.

El Cabildo en su responsabilidad analizó el caso, tras consultar a diversas instancias legales; valida instituir como unidad especializada de asuntos indígenas a una directiva indígena compuesta por 10 representantes, incluyendo a mujeres y hombres en igual proporción, con un estatus de colegiado para la toma de decisiones. Sin duda no hay precedente jurídico en el estado de una unidad especializada de asuntos indígenas de estas características. Comúnmente las administraciones municipales minimizan este derecho y solo otorgan un espacio, sin mayor infraestructura y presupuesto para desarrollar sus funciones.

Lamentablemente en los municipios con mayor presencia de asentamiento tradicional de población indígena, como lo son los de la zona media y la huasteca, aún existen imposiciones de presidentes municipales que no respetan el derecho de las comunidades para elegir a sus representantes ante los ayuntamientos, tan es así que a la fecha aún hay ayuntamientos que carecen de tal unidad especializada por encontrarse en pugna.

Por ello lo que logran los demandantes en la capital de San Luis Potosí no es poca cosa. Sin embargo, el grupo de indígenas que disfrutaron de la cobertura institucional en la pasada administración municipal, cobijados por la omisión y la manipulación neonavista, tras agotarse sus vías jurisdiccionales para nuevamente imponerse en el cargo, ahora vociferan intentando victimizarse ante los medios y la opinión pública. Mostrando una lamentable e inconsciente codependencia con sus reales victimarios que los dejaron en la orfandad.

Tristemente este grupo de personas intentan construir una narrativa política de exclusión y discriminación, discriminando y agrediendo a quien legítimamente ganó la demanda para crear la unidad especializada de asuntos indígenas en el ayuntamiento capitalino, como lo es el sr. Vicente Ramírez Hernández (mazahua), el cual mantuvo su compromiso por abrir este espacio durante los últimos 3 años.

Mientras los ahora inconformes que disfrutaron de un espacio administrativo al cobijo de la omisión del neonavismo, quieren continuar ocupándolo a gritos, amenazas y golpes. Sin percatarse que ellos mismos sabotean sus derechos, lo cual es una verdadera tragedia; pero mayor aún que se autoflagelen para complacer a otros.

 

Juan Felipe Cisneros Sánchez

Observatorio indígena Mesoamericano