El arte de la tuna y estudiantina lleva mucho tiempo existiendo, data del Siglo XIII en España, cuando estudiantes de bajos recursos iban a tabernas a cantar para conseguir dinero o comida para sobrevivir y seguir estudiando. En México este movimiento llegó en 1962, un año después surgieron las primeras agrupaciones en San Luis Potosí, las cuales han ido evolucionando conforme al paso del tiempo.

Víctor Álvarez Palencia, integrante de Tuna de San Luis Potosí, remarcó que durante años se ha tenido la idea de que este tema va ligado con el consumo de alcohol, drogas e irresponsabilidad, sin embargo, considera que es un movimiento familiar, y en el cual se puede disfrutar de la buena música. 

Fernando Alonso González, también integrante de Tuna de San Luis Potosí, explicó que tanto la Tuna y la Estudiantina están formadas por estudiantes "que les gusta la buena música", la diferencia es que la Estudiantina se transforma en Tuna cuando uno de sus miembros recibe una "beca", es decir, una acreditación como miembro experimentado, ya que en automático la agrupación se vuelve de un nivel superior y se les puede identificar con insignias en el traje.

Tras dos años de suspensión por la pandemia de Covid-19, el Festival Internacional de Tunas y Estudiantinas regresará a las calles de San Luis Potosí, esta vez para celebrar su décimo aniversario, canciones, bailes y callejoneadas volverán a poner alegría en las calles de la capital del estado con el recibimiento y participación de aproximadamente 300 Tunas y Estudiantinas de la entidad y de otros estados de México y países invitados, de las cuales 4 son potosinas. 

El evento se llevará a cabo del 5 al 7 de agosto en plazas del Centro Histórico, con callejeadas, serenatas y actividades gratuitas y para todo el público.