titulo_columna

La colina solitaria

Hace cuatro años Samsung y Huawei nos entusiasmaba con el que parece ser el siguiente paso en la evolución de los smartphones con las pantallas flexibles y ahora, el panorama (con algunas empresas Android más o menos) parece ser más o menos el mismo ¿Qué falta?
 
Desde hace más de una década pareciera que la llegada de Apple es esencial para consolidar alguna innovación tecnológica en el mercado de telefonía; Primero ocurriendo con las pantallas multitouch y pasando por la arquitectura de diseño, accesorios como relojes inteligentes y audífonos completamente inalámbricos. 
 
Fue por lo anterior que muchos expertos opinaron que hasta que Apple no llegara al mercado de los smartphones de pantalla flexible que entonces este tipo de tecnología realmente despertaría. ¿Pero realmente eso sería lo que ocurra?
 
Como lo ha demostrado Samsung y Motorola, el primer reto para la fabricación de una tecnología de pantallas flexibles han sido los precios, casi imposibles de reducir de 1,000 dólares para arriba. Y, como sabemos, actualmente esos precios los ostentan los teléfonos de “gama alta” que, en muchos casos, tienen mejor batería, pantallas, cámaras y hasta procesadores. 
 
Poco a poco se ha podido ir cerrando la brecha tecnológica entre los smartphones que se pueden transformar en tabletas o a la mitad de su tamaño original frente a los dispositivos tradicionales, pero aún así es difícil entender ¿Cuál problema están creando o resolviendo que pueda convencer a los potenciales compradores? 
 
Y es que, Android que en sí es un sistema operativo históricamente con dificultades para adaptar su software en los millones de tipos de dispositivos que existen en el mercado tiene aún más problemas para acomodar su tecnología y que ofrezca una verdadera usabilidad para los poseedores de un Galaxy Fold o un Moto Razr. 
 
De hecho, apenas hace una semana en el Unpacked de Samsung tuvimos una idea más o menos clara de cuáles podrían ser las nuevas funciones que el Galaxy Fold 5 innovaría en su nuevo modelo, pero aún así siguen prevaleciendo más preguntas y pocos argumentos para gastar cantidades arriba de los 1,500 dólares por un teléfono que se transforma en una pequeña tableta.
 
Es por ello que la cuestión de si Apple podrá ofrecer algo realmente innovador en este mercado prevalece en la mente de los analistas, y de acuerdo a los mismos, dichas interrogantes podrían ser respondidas hasta el próximo año.