Por Berenice Gutiérrez

Fe y raíces, la devoción a San Miguel Arcángel en Mexquitic 

Desde hace 432 años, cada 29 de septiembre, el municipio se viste de fiesta en honor a su santo patrono.

San Miguel Arcángel, según el catolicismo, es el ángel custodio de Cristo, señor de las almas que entran al cielo, quien será el vencedor del anticristo y el ángel del juicio final, cada 29 de septiembre, al igual que el arcángel de la anunciación, Gabriel, y el arcángel San Rafael, se viste de gala, en San Luis Potosí, además de uno de los barrios tradicionales de la capital, hay templos que tienen como patrono al también reconocido como jefe de los ejércitos de Dios. 

El municipio de Mexquitic de Carmona, al oeste de la capital potosina, en el inicio de los festejos de su santo patrono, San Miguel Arcángel, se llena de colores, olor a cera escamada y la música de las danzas tradicionales, para este evento que combina la fe y lo prehispánico, el pueblo se prepara desde muchos meses atrás, hay personas que se dedican a la organización y a preservar estos rituales, los llamados mayordomos. 

La mayordomía mexquitense cuenta hoy por hoy con 12 integrantes, quienes se encargan de preparar lo que se conoce como vitela, es decir, el programa de actividades y colaboración que tendrá cada comunidad del municipio, e incluso de otros estados y países, según cuenta el jefe de mayordomos, Javier Ramírez Tovar. 

“Entre otras que vienen de otros estados, tenemos gente de toda la república que llegan a venerar a nuestro santo patrono, incluso tenemos gente de otros países, entonces, pues es una fiesta muy añeja, muy reconocida”.  

Contó que la parroquia dedicada a San Miguel, tiene ya 432 años, es una de las primeras que se fundó en el estado, la devoción a esta imagen católica surge con la colonización de los huachichiles, raíces que aún se conservan en Mexquitic. 

“Muy bárbaros, muy bravos, hasta la fecha tenemos aún gente así, y para que el pueblo se apaciguara un poquito nos trajeron a este santo patrono, y es el que nos defiende de todas las maldades, desde ahí se ha venerado a nuestro santo”. 

En los festejos, además de las danzas, pólvora, destaca la peregrinación de, la llamada entrada de cera, los fieles desfilan cargando adornos de cera escamada, los más antiguos fueron traídos desde Monterrey, más de 150 adornos, cargados por niños, mujeres, hombres, mismos que se preparan desde el mes de mayo.  

“También ya tiene años, son de monterrey, los que venían antes, pues la mayoría fallecieron, ahora ya vienen los nuevos, que no han dejado la tradición, todas las comunidades entran con su cera, ahí hacemos también la cera escamada, muy bonita”. 

Además de la fe y las costumbres, estas festividades implican también una fuente de recurso para los habitantes, con las vendimias, las remesas que hacen los paisanos para aportar a este evento, por lo que es una fecha especial.