Hackers comenzaron a filtrar información que contenía datos médicos de millones de personas de origen australiano, misma que fue conseguida mediante ciberataques a la empresa de seguros Medibank.

Los responsables de dichos atentados intentaron extorsionar a la empresa, pero esta última se negó rotundamente argumentando que seria como eso podría fomentar la criminalidad incluso no garantiza que la información estuviera segura.

Medibank se vio obligada a notificar a sus inversores y clientes que una "muestra" de los datos de unos 9,7 millones de usuarios había sido publicada en "un foro de la web oscura".

 La información obtenida abarca datos personales como nombre, fechas de nacimiento, domicilio, número de pasaporte y reclamaciones médicas.

Este fallo de seguridad ha costado ya cientos de millones de dólares estadounidenses a la valoración de mercado de Medibank, cuyos títulos cayeron un 20% desde octubre.