SpaceX podría ser pieza fundamental para rescatar a los astronautas de la misión rusa que se encuentran varados en la ISS sin un plan específico para ser rescatados.

Una cápsula Soyuz a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) sufrió una fuga de refrigerante que controla la temperatura interna de la cápsula que ha quedado drenado y expulsado al espacio, este 14 de diciembre pasado.

Dicho incidente duró inconstantes horas e interrumpió las operaciones de la estación, obligando así a los cosmonautas rusos a refugiarse con los astronautas de la NASA.

Se preparaban para una caminata espacial rutinaria cuando esta fuga surgió, obligándolos a cancelar el plan tras detectar la emisión en directo desde la NASA de la fuga del material.

Pese a desconocer al momento lo que originó la fuga, la NASA planea usar un cohete de SpaceX, una de las empresas del magnate Elon Musk, para salvar a los tres astronautas de la nave rusa Soyuz dañada, ya que la cápsula es poco segura para el reingreso en la atmósfera terrestre.

Al momento, los astronautas de la misión rusa se encuentran varados en la ISS sin un plan en específico para ser rescatados, salvo por Elon Musk y SpaceX que podría ser la pieza clave para el rescate.

El rescate, según los expertos de Roscosmos, sería de la siguiente manera: la agencia espacial rusa, y de la NASA analizarán qué causó el daño, cuán grave se torna y cómo generar el regreso de los tres miembros de la tripulación para marzo, fecha en que está programado su retorno a la Tierra.

La vida de los astronautas está a salvo, pero es necesario planear adecuadamente su actuación ante lo suscitado por si, a causa de algún imprevisto, hiciera necesaria la evacuación de la estación espacial.

La NASA analiza la situación con SpaceX, pues podría enviar una de sus naves espaciales Dragon o tratar de acoplar más plazas que ya se encuentran en la estación espacial, mientras que Rusia analiza la opción de enviar otra Soyuz de rescate que podría estar lista para febrero.

La tripulación que llegó a la estación en la Soyuz MS-22 es la que resultó afectada por la fuga y está compuesta por los rusos Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin y el estadounidense Frank Rubio, quienes llegaron en septiembre pasado a la ISS.

Los trajes espaciales que usan los astronautas son rusos y, de inicio, no son compatibles con las naves de SpaceX, cuyas tripulaciones llevan trajes diseñados por la misma compañía.

Dicha filtración ha forzado a suspender futuros paseos espaciales de Roscosmos, debido a que Moscú está basado en identificar la causa de la fuga, pues podría influir en las decisiones para la mejor forma de hacer regresar a la tripulación a Tierra.