Una reconciliación parece casi imposible entre la familia real y los duques de Sussex, después de que el príncipe Harry trazara un retrato crítico de su entorno, ajustando algunas cuentas de más de dos décadas.
El príncipe Harry niega que tuviera intención de lastimar a la familia real británica con la publicación de sus memorias, incluso dijo “me gustaría reencontrarme con mi padre. Me gustaría reencontrarme con mi hermano", en una entrevista con la cadena británica ITV antes de la publicación de sus memorias "En la sombra", afirmando que está convencido en un "100 por ciento" de que la reconciliación es posible.
Sin embargo, ninguno de los royals sale indemne en su libro, ni su padre, el rey Carlos III, ni su hermano, que concentra las críticas más duras, ni la reina consorte Camila, ni tampoco su cuñada Kate, vaya, ni siquiera el propio Harry queda bien parado en un relato de su juventud, marcada por las drogas y el alcohol.
El príncipe cuenta que su padre no lo abrazó cuando le anunció la muerte de su madre Diana, teniendo solo 12 años, dejándolo a solas en una habitación.
A William, el heredero al trono lo calificó como su "amado hermano y enemigo jurado", y se lleva las críticas más duras, en un relato que lo describe como un “hombre temperamental” y que nunca quiso a la mujer de Harry, la ex actriz estadounidense Meghan Markle, a quien, según cuenta, William percibía como "grosera" y "áspera" y en una disputa entre ellos, en 2019 lo zarandeó y lo hizo caer sobre el cuenco del perro.
También acusó a su madrastra Camila, que durante años fue diabolizada por los tabloides británicos, pero que ahora goza de popularidad, de haber sostenido durante años una "campaña para llegar al estatuto de esposa y en última instancia hasta la corona".
Harry, cuenta que, en su primer encuentro con Meghan, la reina Isabel II, le preguntó su opinión de Donald Trump, que entonces era candidato a la Casa Blanca, y al parecer, Meghan, solo se encogió de hombros.
También revela que se enteró de la muerte de Isabel II por la página de la BBC, cuando viajaba hacia Escocia solo, ya que no fue informado por su entorno, que viajó en aviones privados para estar en su lecho de muerte.
Pauline Maclaran, profesor en la Universidad Royal Holloway, que escribió un libro sobre la monarquía declaró a la AFP, que ante la coronación del rey Carlos III el 6 de mayo, "no creo sinceramente" que sea posible una reconciliación.
“Realmente no veo cómo esto podría producirse, con tantas cosas patentemente ofensivas hacia sus familiares, con detalles personales".
Harry reconoció que no ha hablado con su hermano ni con su padre "desde hace un tiempo" y excluyó que vaya a volver a trabajar para la familia real, tampoco se pronunció sobre si asistirá a la coronación de su padre.
La lista de agradecimientos ocupa dos páginas enteras y no deja ningún espacio para miembros de la familia real, en cambio destaca la labor de los "profesionales, expertos médicos e instructores" que le permitieron mantenerse fuerte "mental y físicamente".
Buckingham Palace respondió con un silencio glacial a la publicación de estas memorias, al igual que a la difusión de un documental muy crítico con la institución el mes pasado en Netflix.