En menos de tres días, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó en dos ocasiones el estado de San Luis Potosí. El pasado viernes, durante el primer día de estancia, presidió el anuncio de la inversión de 865 millones de dólares de la empresa BMW, destinada a la instalación de un centro de producción de baterías de alto voltaje para vehículos eléctricos, que operará a partir del 2027. Esto traerá consigo la creación inicial de 500 nuevos empleos, cifra que llegará a mil nuevas plazas de trabajo.
El jefe del Ejecutivo federal reconoció la iniciativa y la voluntad política del gobernador Ricardo Gallardo, así como la cercanía que tiene con el pueblo potosino y también con el sector empresarial, el cual estuvo presente en dicho evento. El trabajo impecable del actual gobernador también fue reconocido por los asistentes al evento.
El segundo episodio se dio el pasado sábado, cuando el licenciado López Obrador, acompañado del gobernador Ricardo Gallardo y de la secretaria Federal de Bienestar, Ariadna Montiel, encabezó un evento para consolidar de forma conjunta la proyección de programas sociales que se entregan y habrán de entregarse en la entidad.
Gallardo Cardona no sólo es reconocido por estar colocado en la opinión pública como el mejor gobernante afín a la Cuarta Transformación, también ha quedado claro que más que un aliado del Presidente de México, Gallardo se ha integrado al proyecto de nación del que es precursor el mandatario federal.
Las gráficas publicadas por diferentes medios de comunicación y usuarios de redes sociales muestran al mandatario de la República y al gobernador de San Luis Potosí en franca cercanía. El estado potosino ha pasado del conservadurismo recalcitrante de derecha a tener un gobierno de izquierda, libertario y moderno.
La bonanza se siente y este bello estado se transforma en su infraestructura urbana, permitiendo con esto no sólo un crecimiento geográfico ordenado e integral; además se logra un desarrollo económico efectivo.
“El Pollo” Gallardo conduce un gobierno garante de estabilidad y paz social, condiciones necesarias para el progreso de toda industria.
Ricardo Gallardo goza de la confianza del Ejecutivo federal y, más aún, del pueblo potosino.
