En esta cuarentena se dio la noticia la desaparición del Ascenso MX por una liga de expansión (que supongo se llamará Expansión MX), liga que empezó por ser innovadora y con miras a ser una de las mejores segundas divisiones en el continente.

Pero lo que empezó con mucha ilusión, con un modelo muy parecido al antiguo pero siendo regida por el mismo hombre que manejaba la primera división se generaban altas expectativas, a tal grado de rehacer el torneo de copa, haciendo enfrentamientos directos entre equipos de segunda contra los de primera, esto para hacer promoción a los equipos de segunda.

Algo que inició bien, poniendo en las primeras planas al equipo de Dorados, luego de ganar la Copa en el 2012 siendo un equipo de segunda, pues eso poco a poco se fue enfriando y destruyendo.

Estos esfuerzos de los directivos fueron certeros pero fugaces, empezando con la copa, para luego hundir la liga de plata.

En los años 2000, los únicos partidos televisados eran la final, para que los equipos emigraran a la primera división, esto cambió cuando llegó la copa, las televisoras se fijaron más en la segunda y con ello los aficionados, parecía que por fin iba a subir el nivel, la calidad y la productividad en esta liga.

Pero la copa dejó de ser un producto innovador para las televisoras, ya que los aficionados dejaban de ver esta competencia, el grado de desinterés llegó a tal grado, que en un partido en donde el Atlante fungió como anfitrión, solo se llegaron a vender 4 entradas, ¡si! Solo ¡4! La peor entrada en la historia del futbol profesional en México, sin importar división y competencia.

El torneo largo en copa, provocó el desinterés de los aficionados, y las personas volvieron a abandonar los torneos innovadores e irse por lo seguro, la primera división.

Lo pongo así porque es una realidad que la segunda división, o mejor como Ascenso MX, dependía del éxito de la copa, si esta fracasaba, la segunda estaba condenada.

Después de ese partido del Atlante dejó de ser atractivo los partidos de las Chivas en Sonora contra los Cimarrones, o la visita del Pachuca a Tampico, o el arribo de Monterrey a San Luis, ni siquiera en las plazas de segunda se llenaban los estadios, y en primera era más una carga jugar esos partidos que algo atractivo, por ello mayormente utilizaban planteles de reserva en la competencia para guardar sus armas en primera, dejando lo último interesante a los enfrentamientos directos entre los equipos de primera en las rondas finales, volviendo a desplazar a los de segunda.

Sin apoyo económico por parte de las televisoras, sin buenas entradas a los estadios en los partidos “ligueros” promediando menos de dos mil entradas por partido, generando pérdidas totales por más de 40 millones de pesos a los dueños de los equipos, dejándolos totalmente dependientes de los gobiernos locales, y cuando se llega a ese grado, es normal que llegue la quiebra financiera.

En teoría, la segunda es necesaria para meter presión a los de primera y que estos generen proyectos serios, en realidad, la segunda dejó de ser negocio, porque ni en sus propias plazas les interesaba su equipo, dejando en la quiebra y en el abandono el Ascenso MX, por ello es que la Liga de Expansión llegó para darle otro cambio a la liga, pero con la condena de prohibir el ascenso.

 

Licenciado en Ciencias de la Comunicación

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