Por Valeria Cuéllar

Condenan a cadena perpetua a niño de 2 años en Corea del Norte por posesión de una Biblia

Aunque existen algunas iglesias en el país, se cree que son solo "iglesias de muestra", y la vida para los cristianos en Corea del Norte es extremadamente peligrosa.

En un nuevo informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre libertades religiosas internacionales, se destaca el caso de un niño de tan solo dos años que fue condenado a cadena perpetua en Corea del Norte. La sentencia se produjo después de que se encontrara a la familia del menor en posesión de una Biblia, en un país donde las religiones están prácticamente prohibidas.

El informe menciona que este incidente tuvo lugar en 2009, pero resalta la severidad de la condena y la falta de tolerancia hacia las creencias religiosas en Corea del Norte. Según estimaciones, hay entre 200 mil y 400 mil cristianos clandestinos en el país, muchos de los cuales enfrentan persecución y represión por practicar su fe.

El régimen de Corea del Norte ha buscado acabar con el cristianismo durante décadas, temiendo su influencia y control sobre la población. Desiertores han revelado horribles detalles de persecuciones, torturas y encarcelamientos de cristianos en campos de prisioneros similares a "gulags". Aunque existen algunas iglesias en el país, se cree que son solo "iglesias de muestra", y la vida para los cristianos en Corea del Norte es extremadamente peligrosa.

El informe también destaca la persecución hacia seguidores del chamanismo y el cheondoísmo, así como las condiciones inhumanas en los campos de prisioneros donde son detenidos.

A pesar de los informes y denuncias internacionales, la situación en Corea del Norte no ha mostrado cambios significativos desde el informe condenatorio de la Comisión de Investigación de las Naciones Unidas en 2014 sobre la privación de los derechos humanos en el país. La represión del régimen y la falta de libertad de pensamiento, conciencia y religión persisten.

Además, la pandemia ha dificultado aún más la posibilidad de escapar de Corea del Norte, con la construcción de vallas fronterizas y puestos de guardia adicionales para mantener a las personas dentro del país.

A pesar de las dificultades y la represión, la situación de los derechos humanos en Corea del Norte sigue siendo una preocupación a nivel internacional y se espera que se continúen realizando esfuerzos para promover la libertad religiosa y los derechos fundamentales en el país.