Los actores de Hollywood se preparan para una posible huelga que podría paralizar la industria del entretenimiento. Las negociaciones entre el Sindicato de los Actores (SAG-AFTRA) y los estudios cinematográficos, incluyendo plataformas como Netflix y Disney, se encuentran estancadas a pocas horas del vencimiento del plazo final para llegar a un acuerdo.

Con la industria ya afectada por la paralización de guionistas desde hace nueve semanas, la acción aprobada por el sindicato que representa a unos 160.000 artistas, desde celebridades hasta extras, podría tener un impacto significativo.

En caso de que ambas partes no lleguen a un acuerdo, se produciría una huelga simultánea de escritores y actores en Hollywood por primera vez desde 1960, cuando el actor y futuro presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, lideró una paralización que finalmente obligó a los estudios a ceder.

El cambio en los modelos de consumo con la llegada del streaming ha generado demandas por parte de los artistas, quienes buscan mejoras salariales y una redefinición en el pago de compensaciones residuales en línea con los métodos actuales de difusión de contenido. Los actores han visto disminuir sus ingresos por residuales debido a la falta de transparencia en las estadísticas de visualización de las plataformas de streaming.

Otro punto de conflicto son las audiciones virtuales, que se han vuelto comunes durante la pandemia y representan un desafío logístico para los actores, además de privarlos de la retroalimentación directa de los directores. También preocupa la expansión de la inteligencia artificial en la industria, ya que existe el riesgo de que se utilice la imagen de los actores para fines no deseados.

Si bien existe la posibilidad de que se extiendan las negociaciones por una semana, debido a la importancia de las discusiones y a la celebración del feriado del 4 de julio en Estados Unidos, la huelga parece inminente.

En caso de que se produzca, la huelga de actores tendría un impacto significativo en la producción de películas y programas, y eventos importantes como los premios Emmy estarían en riesgo. La incertidumbre se cierne sobre la industria del entretenimiento mientras se espera una resolución en las negociaciones entre los actores y los estudios de Hollywood.