En una noche para el recuerdo, el estadio Akron de Guadalajara fue el escenario de un espectáculo sin precedentes, cortesía del incomparable The Weeknd. Con una producción deslumbrante y una entrega total, Abel Tesfaye convirtió su concierto en una experiencia inolvidable para los 60 mil afortunados asistentes.

La cita estaba marcada para las 21:15 horas y, fiel a su estilo, The Weeknd hizo su aparición con un aura de misterio y una estética impecable, vistiendo un chaleco y pantalón de camuflaje complementados con un casco-máscara dorado de titanio. El escenario, una visión postapocalíptica con réplicas de monumentos como la CN Tower de Toronto, sumió al público en un universo paralelo donde la fantasía y la realidad se confundían.

La magia de la noche se intensificó con la presencia de un robot femenino gigante, creación del artista japonés Hajime Sorayama, y una luna fluorescente que iluminaba el escenario. Desde los primeros acordes de "La Fama" hasta los éxitos consagrados como "Can't Feel My Face" y "The Hills", The Weeknd mantuvo a la audiencia en vilo, bailando y cantando al unísono.

Pero la conexión del artista canadiense con sus fans fue mucho más allá de la música. Acompañado por un grupo de bailarines vestidos al estilo de la serie "El Cuento de la Criada", The Weeknd transformó el estadio en un templo de arte y emoción. "México, Guadalajara, quiero sentirlos", exclamó antes de lanzarse con "Sacrifice", logrando una respuesta eufórica de la multitud.

Con una mezcla magistral de sus álbumes "Dawn FM" y "After Hours", y una selección de lo mejor de su discografía, The Weeknd demostró por qué es uno de los artistas más relevantes de nuestra época. El momento álgido de la noche llegó con "Blinding Lights" y "Tears in the Rain", iluminando no solo el escenario, sino también los corazones de todos los presentes.

Tras un setlist de 41 canciones, la jornada artística culminó con "Moth To a Flame", dejando al público extasiado y agradecido. The Weeknd no solo ofreció un concierto; brindó una experiencia sensorial y emocional única, consolidando su visita a Guadalajara como un hito en la historia de los espectáculos en vivo en la ciudad.