El Gobierno de Corea del Sur dio cuatro días a los médicos en formación para que regresen a sus puestos de trabajo; el lunes señaló que no serán castigados si regresan para entonces, pero enfrentarán cargos y suspensiones de sus licencias médicas en caso de no hacerlo.
Unos 9.000 médicos residentes y practicantes han hecho huelga desde principios de la semana pasada en protesta por un plan del Gobierno de aumentar las admisiones en Facultades de Medicina aproximadamente en un 65%. Los paros han afectado seriamente las operaciones en sus hospitales, con numerosas cancelaciones de cirugías y otros tratamientos.
Los huelguistas afirman que las universidades no pueden gestionar tantos estudiantes nuevos y aseguran que el plan no resolverá la grave escasez de médicos en algunas áreas clave pero peor pagadas como lo son el área de pediatría o unidades de urgencias.
Según la ley médica surcoreana, el Gobierno puede ordenar a los médicos y otros trabajadores de salud que regresen al trabajo ante riesgos graves para la salud pública. Incumplir estas órdenes puede suponer hasta tres años de prisión o multas de 30 millones de wones (22.480 dólares), así como la retirada de la licencia médica.
Hwang Byung-tae, un paciente de cáncer de laringe de 55 años, dijo que ha acudido regularmente a un hospital de Seúl para recibir tratamiento durante cuatro años. La semana pasada, dijo que tuvo que abandonar el hospital por no recibir una inyección de su tratamiento debido al cáncer a causa de las huelgas.