En un inusual giro de los acontecimientos que ha capturado la atención de usuarios en redes sociales, un mesero del restaurante Mané, situado en la costera Avenida Camarón Sábalo de Mazatlán, Sinaloa, decidió devolver la propina a un cliente, argumentando que el monto entregado no cumplía con el esperado 10% de gratificación. El incidente, ocurrido el 21 de febrero, ha generado un amplio debate sobre la cultura de las propinas y la expectativa de los trabajadores del servicio en México.

El cliente, Eduardo Ramírez, compartió su experiencia en redes sociales, detallando cómo, tras disfrutar de un desayuno sin incidentes, su intento de dejar una propina —aunque ligeramente menor al 10% recomendado debido a la falta de cambio— fue rechazado por el mesero. Con una nota de cortesía, pero firme, el mesero devolvió el dinero, marcando el recibo con una sonrisa y una clara insinuación de que la cantidad era insuficiente. Ramírez, sorprendido por la reacción, dejó un mensaje en el ticket, sugiriendo que las disputas sobre la cantidad de las propinas no deberían opacar el servicio brindado.

Este incidente ha reavivado el debate sobre las prácticas de propina en México, donde, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), dejar gratificación es una cortesía, no una obligación. La decisión del mesero de devolver el dinero ha generado opiniones divididas entre quienes apoyan el derecho del trabajador a esperar una compensación justa y quienes critican la rigidez en la expectativa de recibir un porcentaje específico de propina.