José Luis Díaz Morales, el último alpinista que permanecía desaparecido en el Pico de Orizaba, fue encontrado sin vida el martes 27 de febrero. Las autoridades confirmaron el desenlace a través de sus cuentas en redes sociales, extendiendo sus condolencias a los familiares del alpinista mientras se cerraban oficialmente las labores de búsqueda y rescate en el Citlaltépetl.
El funcionario estatal expresó en redes sociales: "Tras el descenso del cuerpo se pudo verificar la identidad del occiso". El cuerpo de Díaz Morales, de 57 años, fue trasladado al Servicio Médico Forense de Ciudad Serdán para continuar con los procedimientos necesarios y facilitar su traslado a su lugar de origen en Jalisco.
Después de 10 días de intensa búsqueda, la Brigada de Rescate de Socorro Alpino de México A.C., Protección Civil estatal de Puebla y la Policía Municipal de Atzitzintla lograron localizar el cuerpo a 4,910 metros sobre el nivel del mar, cerca de la base conocida como del espinazo del diablo.
La expedición, que originalmente se esperaba que fuera motivo de alegría, se convirtió en tragedia cuando el grupo, proveniente de Jalisco, salió en dirección al Puebla el 15 de febrero con la intención de ascender el Pico de Orizaba por la cara sur y descender por el norte hacia Tlachichuca. Sin embargo, las condiciones climáticas adversas llevaron a que perdieran el rumbo.
El operativo de búsqueda y rescate se activó después de que un alpinista llamado Pablo lograra descender hasta Tlachichuca para alertar sobre la situación de los alpinistas perdidos. El domingo 18, se localizó a 10 de los 12 alpinistas, incluyendo el cuerpo de Jessica cuyo descenso se confirmó el lunes. El martes 20, se ubicó a Luis Flores, conocido como Luigui BarranCracks y guía del grupo.
