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Elizabeth Mercado
Diálogo existencial

EL NIRVANA DE LA EXISTENCIA.

La vida está llena de transiciones, de momentos en los que dejamos atrás lo conocido y nos aventuramos hacia lo desconocido. Uno de esos momentos es el sin-sentido, una etapa que surge después de la deconstrucción de uno mismo y antes de la reconstrucción. Es un período en el que nos enfrentamos a un vacío, donde el pasado ya no nos define y el futuro aún no ha tomado forma. Es una experiencia desafiante, a menudo llena de confusión y ansiedad, pero también puede ser un portal hacia una nueva forma de vivir y experimentar la vida.

 

Recientemente, una paciente me ofreció una perspectiva completamente nueva sobre el sin-sentido. En lugar de verlo como una etapa dolorosa y vacía, ella lo describió como una oportunidad para experimentar el nirvana mientras estamos vivos. El nirvana, un concepto asociado tradicionalmente con la iluminación espiritual y la liberación del sufrimiento, podría ser experimentado, según ella, durante este período de transición.

 

Al principio, admito que me costó entender esta idea. ¿Cómo podría el sin-sentido, con su sensación de pérdida y vacío, ser equiparado con el nirvana, un estado de completa paz y realización? Pero a medida que reflexionaba sobre sus palabras, comencé a ver la sabiduría en ellas.

 

El sin-sentido, en su esencia, es una experiencia de desapego. Nos encontramos despojados de nuestras identidades pasadas, de nuestras expectativas futuras y, en cierto sentido, de nuestra propia existencia. En lugar de resistir este vacío, ¿y si lo abrazamos? ¿Y si permitimos que este espacio vacío sea llenado por la vida misma?

 

En esta etapa de sin-sentido, nos encontramos en un estado de apertura total, libres de las ataduras del pasado y las expectativas del futuro. Y en esta libertad, podemos experimentar la vida de una manera completamente nueva. Al no tener nada que perder, nos volvemos receptivos a todo lo que la vida tiene para ofrecer.

 

Cuando nos entregamos a la vida de esta manera, nos abrimos a la posibilidad de aprender, crecer y transformarnos en formas que nunca antes habíamos imaginado. Cada encuentro, cada experiencia, se convierte en una oportunidad para descubrir algo nuevo sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

 

Es como si estuviéramos flotando en un océano de posibilidades, dejando que las corrientes de la vida nos lleven donde necesitamos ir. Y en esta entrega, encontramos una sensación de paz y plenitud que va más allá de cualquier cosa que hayamos experimentado antes. Es el nirvana de la existencia, una sensación de conexión profunda con el tejido mismo del universo.

 

Por supuesto, el sin-sentido no es un estado permanente. Eventualmente, emergemos de este período de transición con una nueva comprensión de nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo. Pero al abrazar el sin-sentido como una oportunidad para experimentar el nirvana, podemos transformar esta etapa en algo hermoso y significativo.

 

Así que la próxima vez que te encuentres en medio del sin-sentido, recuerda esto: en lugar de resistirlo, abrázalo. Permítete flotar en la corriente de la vida y ver a dónde te lleva. Porque al final del día, puede que descubras que el nirvana no está tan lejos como pensabas, sino justo aquí, en medio del sin-sentido de la existencia humana.

 

Por, Elizabeth Mercado.

Terapeuta Existencial.

Autora de Jaula Mental, decorar la jaula no te hace libre (disponible en Amazon)

Ig: elizabeth.mdo