En un giro cultural inesperado, Jon Benjamin, embajador de Reino Unido en México, se convirtió en protagonista de una historia que celebra la diversidad musical y la riqueza cultural de Sinaloa. Tras la controversia surgida por las intenciones de algunos hoteleros de restringir la música de banda en las playas de Mazatlán, el embajador no solo expresó su amor por este género típicamente mexicano sino que también participó activamente en su difusión. A través de un vídeo difundido por la embajada británica en redes sociales, Benjamin fue visto integrándose a un grupo de banda sinaloense, tocando instrumentos y disfrutando de la música en vivo, demostrando así su mensaje de apoyo: “¡A los británicos nos encanta la banda sinaloense!”.

La presencia del embajador en Mazatlán no solo fue un acto de diplomacia cultural sino también un puente de unión entre culturas. Acompañado por el alcalde Edgar Augusto González Zatarain, Benjamin se sumergió en la tradición local, participando en la percusión y hasta bailando al ritmo de la música. Este gesto subraya la importancia de respetar y valorar el patrimonio cultural de los lugares, destacando que la música es una expresión universal que trasciende fronteras y une a las personas más allá de sus diferencias nacionales.

El embajador británico aprovechó la ocasión para destacar la relevancia de proteger y promover el patrimonio cultural, incluida la música, como elemento clave de la identidad de cualquier comunidad. Su experiencia en Mazatlán refleja un profundo respeto por las tradiciones mexicanas y envía un mensaje claro sobre la importancia de la diversidad cultural en un mundo globalizado. La interacción de Benjamin con la banda sinaloense no solo reafirma el valor de la música como patrimonio cultural sino que también se presenta como un ejemplo inspirador de cómo la diplomacia y la cultura pueden caminar de la mano en la promoción de la unidad y el entendimiento mutuo.