En la ciudad de Ho Chi Minh, dentro de un palacio de justicia de época colonial, se llevó a cabo un juicio que ha capturado la atención de Vietnam y del mundo. Truong My Lan, una magnate inmobiliaria de 67 años, fue condenada a muerte este jueves por su implicación en un fraude masivo que sacudió los cimientos del Saigon Commercial Bank, uno de los bancos más grandes de Vietnam, durante más de una década. My Lan fue encontrada culpable de manipular el sistema bancario para obtener préstamos ilegales que sumaron unos astronómicos $44,000 millones, utilizando testaferros y empresas pantalla para controlar hasta el 91% del banco.

Este veredicto es excepcional no solo por la magnitud del fraude, sino también porque My Lan es una de las pocas mujeres en el país condenadas a muerte por un delito de cuello blanco. La sentencia refleja la severidad con la que el sistema judicial vietnamita trata los delitos financieros de gran escala, especialmente aquellos que amenazan la estabilidad económica del país. Además del fraude, se le ha ordenado a My Lan que devuelva $27 mil millones, una cantidad que los fiscales temen que nunca se recuperará por completo.

La transparencia del proceso judicial en este caso ha sido notable, con las autoridades vietnamitas proporcionando detalles exhaustivos a la prensa. Un total de 2,700 testigos fueron convocados, y el juicio contó con la participación de 10 fiscales estatales y aproximadamente 200 abogados, destacando el esfuerzo considerable por parte del gobierno para procesar este caso. Este juicio no solo marca un precedente en la lucha contra el fraude en Vietnam, sino que también subraya el compromiso del país con el mantenimiento de la integridad en su sistema financiero.