San Luis Potosí emerge como una excepción en el panorama de violencia política que afecta a varios estados de México, según un reciente informe de la consultora Integralia. Este estado no figura en la lista de entidades con riesgo muy alto o alto de intromisión del crimen organizado en sus procesos electorales, lo cual es un reflejo del éxito de sus políticas de seguridad y gestión gubernamental. Mientras tanto, estados colindantes como Zacatecas, Tamaulipas y Guanajuato enfrentan altos niveles de riesgo, complicando sus escenarios políticos y sociales.

En contraste con los 15 estados identificados por Integralia con niveles de riesgo alto, incluyendo Jalisco, Michoacán y Guerrero, San Luis Potosí ha implementado estrategias efectivas que promueven la estabilidad y la paz. Esta gestión ha permitido no solo salvaguardar sus procesos democráticos sino también fomentar un ambiente propicio para la inversión y el desarrollo económico. Las políticas adoptadas han transformado a San Luis Potosí en un modelo de buena gobernanza en la región Centro-Bajío.

El compromiso de San Luis Potosí con la seguridad y el desarrollo económico ha rendido frutos visibles, reflejados en un incremento en la Inversión Extranjera Directa y en la generación de empleos, datos confirmados por la Secretaría de Economía. A su vez, el estado ha visto un aumento en la afluencia turística, lo que consolida su imagen como un destino seguro y atractivo. A pesar del entorno de baja violencia, las autoridades locales continúan fortaleciendo las medidas de seguridad, especialmente en las zonas fronterizas con estados de mayor riesgo, garantizando así la protección continua de su población y visitantes.