Miles de kenianos volvieron a las calles este jueves en diversas ciudades del país, desafiando la retirada del polémico proyecto de ley de subidas fiscales por parte del presidente William Ruto, anunciado el miércoles. Las protestas, que comenzaron el 18 de junio, han dejado al menos 23 muertos en Nairobi, la capital, donde los manifestantes han invadido el Parlamento y enfrentado a las fuerzas de seguridad.
En el centro de Nairobi, agentes de policía y soldados desplegados intentaron dispersar a los manifestantes utilizando gases lacrimógenos y balas de goma. A pesar de estos esfuerzos, los manifestantes, en su mayoría jóvenes, continuaron marchando y exigiendo la renuncia del presidente Ruto. Se reportaron detenciones y enfrentamientos en varias avenidas clave, destacando la tensión en una ciudad prácticamente paralizada por las protestas.
El gobierno había desplegado al ejército para apoyar a la policía en la gestión de esta crisis de seguridad. Las protestas persisten a pesar de la retirada del proyecto de ley fiscal que buscaba recaudar 2,700 millones de dólares adicionales, alegando que las medidas fiscales aumentarían la pobreza en un país ya afectado por altos niveles de corrupción y sueldos públicos desproporcionados.