El primer debate televisado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán el próximo 5 de noviembre, arrancó con una clara muestra de tensiones cuando el presidente Joe Biden y su rival, el exmandatario Donald Trump, evitaron estrecharse la mano al encontrarse en el escenario.
El presidente Biden, quien fue el primero en entrar, saludó a los moderadores con una sonrisa. En contraste, Trump llegó con una expresión seria, evitando cualquier contacto visual con su oponente. Las acusaciones empezaron a surgir rápidamente cuando se abordó el tema de la frontera con México.
Biden defendió sus políticas, asegurando que ha trabajado en un acuerdo bipartidista y mejorado la situación en la frontera, a diferencia de Trump, a quien acusó de separar familias durante su administración. Trump, por su parte, insistió en que su gestión logró la "frontera más segura" y criticó duramente las políticas de Biden por abrir las puertas a personas peligrosas. Los intercambios se volvieron aún más acalorados cuando Trump vinculó la seguridad fronteriza con casos de violencia reciente, mientras Biden desestimó estas acusaciones como exageraciones y mentiras.