En menos de un mes, Kanye West, conocido artísticamente como Ye, ha sido objeto de otra demanda. Esta vez, antiguos empleados de Yeezy, la compañía del rapero, han presentado una serie de acusaciones que incluyen trabajos forzados, promesas falsas y comentarios racistas. Entre los señalados también figura su esposa, Bianca Censori.

Las denuncias sostienen que tanto West como Milo Yiannopoulos, exjefe de gabinete, sometieron a los trabajadores a jornadas laborales excesivas sin la debida compensación y les insultaban abiertamente. Los incidentes se remontan a la primavera de 2024, cuando West inició un proyecto de desarrollo de una aplicación musical. Según los documentos, se contrató a un equipo diverso, incluyendo menores de edad, que fueron forzados a firmar acuerdos de confidencialidad bajo amenazas de no ser pagados.

Además, la demanda señala que Bianca Censori envió videos sexuales a un trabajador, y que los menores en el equipo también tuvieron que ver estos contenidos. La denuncia solicita indemnizaciones por salarios no pagados, horas extras y daños emocionales, y destaca la falta de pago tras la presentación de la aplicación terminada en mayo de 2024.