En una entrevista con ABC, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumió la responsabilidad del atentado contra Donald Trump durante un mitin en Pensilvania. A pesar de la tragedia, Cheatle afirmó que no dimitirá y enfatizó la importancia de investigar a fondo el incidente y fortalecer la seguridad.
El atentado, que resultó en la muerte de una persona del público, ha generado una investigación conjunta con agencias federales, estatales y locales. Cheatle confirmó que el sospechoso, Thomas Crooks, fue abatido rápidamente, pero las circunstancias del ataque plantean serios desafíos para la identificación y neutralización de amenazas.
Cheatle comparecerá ante el Congreso el 22 de julio para testificar sobre el incidente. Mientras tanto, el Servicio Secreto ha reforzado las medidas de seguridad y ha implementado cambios para garantizar la protección de Trump durante la convención republicana y la campaña electoral.