Mahmoud Abdel Athim al-Saafin, un niño palestino de cuatro años, se despierta gritando de dolor debido a las quemaduras que sufrió durante un ataque aéreo israelí a una escuela en la franja de Gaza, donde su familia se había refugiado. Su padre, Abdel Athim al-Saafin, relató que su hija de dos años, Maysar, murió en el ataque del 14 de julio en el campo de refugiados de Nuseirat. El cuerpo de la niña quedó irreconocible por las quemaduras.
Mahmoud presenta quemaduras severas en ambos lados de su cara, con la piel expuesta desde el cuero cabelludo hasta el cuello. Sus piernas y un brazo están completamente vendados, mientras se encuentra en una cama de hospital abarrotada, donde los periodistas de Reuters lo vieron dormir brevemente entre episodios de dolor.
El padre de Mahmoud explicó que los analgésicos solo alivian el dolor de su hijo por unas pocas horas. "Luego rogamos que nos pongan una inyección, un sedante o analgésico o un medicamento para dormir para que el niño pueda descansar", dijo.
Saafin recordó el momento del ataque, cuando un segundo misil impactó mientras ayudaba a otros niños heridos por el primer ataque, causando "destrucción masiva". Al rescatar a sus hijos de los escombros, los encontró gravemente quemados. Mahmoud incluso vio el cuerpo de su hermana y comentó: "Mi hermana está quemada, papá".
Los funcionarios de salud de Gaza informaron que 17 personas murieron y 80 resultaron heridas en el ataque aéreo israelí del 14 de julio contra la escuela Abu Oreiban, que albergaba a desplazados en Nuseirat y es gestionada por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). El ejército israelí no quiso comentar sobre las declaraciones del padre, pero afirmó que el ataque se dirigió contra militantes operando cerca de la escuela y que se tomaron precauciones para minimizar las víctimas civiles. Israel sostiene que los militantes de Hamas son responsables de los daños a civiles por operar entre ellos, una acusación que los militantes niegan.
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, declaró el 17 de julio que al menos ocho escuelas, seis de ellas de la UNRWA, habían sido atacadas en Gaza en los últimos diez días.
Con información de: La Jornada