El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta (Georgia) fue escenario de una tragedia, cuando un neumático de un avión Boeing 757 explotó durante labores de mantenimiento, causando la muerte de dos trabajadores de Delta Air Lines y heridas graves a un tercero.
El incidente ocurrió en la mañana mientras se realizaban tareas de mantenimiento en el avión. La aerolínea confirmó las muertes en un comunicado, lamentando profundamente la pérdida de dos de sus empleados, cuyos nombres no han sido revelados. El comunicado también mencionó que otro trabajador resultó gravemente herido y se encuentra recibiendo atención médica.
Delta Air Lines expresó su dolor por el accidente y aseguró que la compañía está colaborando con las autoridades para investigar las causas del suceso. "La familia Delta está desconsolada por la pérdida de dos miembros del equipo y la lesión de otro", indicaron.
Hasta el momento, los detalles precisos del accidente son escasos. La explosión del neumático ocurrió mientras se removía del avión Boeing 757-232 en las instalaciones de mantenimiento del aeropuerto. Este trágico evento añade un nuevo capítulo a los problemas que enfrenta Boeing, que recientemente ha estado en el centro de la atención debido a varios incidentes relacionados con la calidad de sus aeronaves.
El accidente se suma a una serie de contratiempos para Boeing, incluida la reciente pérdida de un panel en vuelo de un Boeing 737 Max-9 de Alaska Airlines, lo que ha generado preocupaciones adicionales sobre la seguridad y calidad de los aviones de la compañía. La investigación en curso buscará determinar las causas exactas de la explosión y prevenir futuros incidentes similares.