Estos días álgidos y llenos de polémica, Morena se jugó el todo por el todo por defender su Mayoría aplastante en las Cámaras Legislativas, a lo que este viernes 23 de agosto, elInstituto Nacional Electoral resolvió que habría que respetar la voluntad del electorado, abriendo con ello, nuevamente, el debate sobre la interpretación de la Constitución en cuanto a la “Sobrerrepresentación”.
Sin duda esta semana ha estado plagada en un guerra mediática derivada de la “sobrerrepresentación” de Morena en las Cámaras Legislativas, por un lado, están los oficialistas quienes abogan porque se respete la voluntad de la mayoría del electorado, y por el otro lado, se encuentran aquellos quienes defienden el “supuesto” espíritu de la “Ley” en lo que a sobrerrepresentación se refiere, pues establecen que la democracia ha avanzado a tal grado que hoy la sobrerrepresentación no solo esta en un partido gobernante como hace años, si no en una coalición gobernante, dejando poca maniobrabilidad para la vida democrática y plural de este país.
Al parecer con semejante poder que tiene el presidente para con todos, el Instituto Nacional Electoral, así como el Tribunal Federal Electoral se han postrado, tirando con ello una toalla de rendición y para muestra de ello, están las resoluciones emitidas, donde a sabiendas de todos, ellos mismo están aceptando el probable colapso de la democracia, ungiendo, de manera indirecta, con poderes totalitarios al nuevo presidente electo. La tibieza para con nuestras ambiciones, tiene que acabarse, hoy los que más se rasgan las vestiduras eran aquellos que en su momento, pudiendo haber aclarado el temas de la “Sobrerrepresentación”, pudieron establecer principios y marcos teórico-jurídicos para este tipo de situaciones, sin embargo, en su a fan de no querer regularse y seguir viviendo en una democracia simulada, no lo hicieron, y los que pagaremos la cuenta de esta embriaguez de la “mayoría”, seremos todos, ignorantes y estudiados, por igual nos llevaran en este carrusel llamado “populismo”.
Pero haber no podemos quejarnos, tenemos una ciudadanía que desconoce lo que es una democracia, una ciudadanía que piensa que el Poder Legislativo debe obedecer a ciegas los designios del Presidente, una ciudadanía que piensa que la Fiscalía General de la República es parte del Poder Judicial de la Federación, una ciudadanía que da pena escucharlos decir sandeces cuando uno los pregunta que ¿Cuáles son los 3 poderes del Estado?, una ciudadanía que piensa que el Estado debe de mantenerlos, una ciudadanía que en su mayoría le da igual si es un autoritarismo o una democracia.
Sin temor a equivocarme, uno de los rasgos de la forma de gobierno, expuesta por Platón, era la de los filósofos-reyes, quienes, debido a su conocimiento de la verdad y el bien, son los más aptos para gobernar. Han alcanzado el conocimiento de las ideas puras, especialmente la idea del Bien, por lo que son capaces de guiar a la sociedad hacia la justicia y la prosperidad y no como hoy sea tomado por “democracia”, me pregunto ¿de cuándo acá, la mayoría tiene razón?, si mi madre me decía que “si todos se aventaban al pozo, acaso ¿yo los seguiría?
Pd. En estos momentos de inestabilidad jurídica, debido al paro del Poder Judicial en México, solo recomendaría que cambiaran de estrategia, pues el cambio viene, pero deberían de salir a buscar el apoyo de la gente que erróneamente los a crucificado, la ignorancia es cruel y peligrosa.