En la madrugada de este martes, se produjo un nuevo intercambio de ataques entre Rusia y Ucrania, destacándose la superioridad de Ucrania en la cantidad y alcance de los drones desplegados. La respuesta rusa, que suele incluir misiles balísticos y de crucero, así como bombas guiadas, se espera que se lleve a cabo a más tardar al día siguiente.

El Ministerio de Defensa ruso reportó la interceptación de 144 drones que atacaron nueve regiones rusas, incluyendo 20 en las afueras de Moscú, en ciudades como Ramenskoye, Kolomna, Domodiedovo, Podolsk y Liubertsy. Estos ataques obligaron a cancelar 48 vuelos en tres aeropuertos de la capital rusa.

En contraste, la Fuerza Aérea Ucraniana informó haber destruido 36 de los 48 drones lanzados por Rusia contra Kiev, Chernigiv, Kirovograd, Cherkasy, Dnipropetrovsk, Sumy, Járkov, Mikolayiv, Odesa, Jersón y Zaporiyia. Sin embargo, dos misiles, un balístico Iskander-M y otro de crucero, lograron evadir la interceptación.

Andrei Voroviov, gobernador de la región de Moscú, reportó la muerte de una mujer de 46 años y tres heridos graves debido a la caída de escombros de un dron sobre un edificio en Ramenskoye. Imágenes en redes sociales y testimonios de residentes sugieren un impacto directo que dañó 54 de los 102 apartamentos del edificio.

Los sistemas de defensa antiaérea rusos interceptaron 72 drones en la región fronteriza de Briansk y otros 52 en Kaluga, Belgorod, Kursk, Orlov, Voronezh, Tula y Lipetsk.

El ataque ucraniano más reciente, ocurrido el 1 de septiembre, involucró 158 drones, y el 14 de agosto se reportaron 117 interceptaciones, sugiriendo que Ucrania tiene la capacidad de lanzar ataques masivos de drones cada 10-15 días, además de los drones utilizados en combate diario.

Con información de: La Jornada