En los primeros seis años de venta legal de marihuana en farmacias en Uruguay, solo se ofrecían dos variedades (alfa y beta), con un 9% de tetrahidrocannabinol (THC), lo que generaba preocupación por la baja demanda. Muchos consumidores optaban por el mercado negro o se registraban en clubes cannábicos y autocultivo para obtener productos más potentes.
Con el objetivo de aumentar las ventas y frenar el consumo en el mercado ilegal, el gobierno introdujo la variante gamma, con un 12% de THC. Su lanzamiento resultó un éxito, duplicando las ventas y provocando incluso problemas de stock en farmacias. Este año, las ventas pasaron de 1,774 kilos en 2022 a 3,258 en 2023.
El gobierno uruguayo no se detiene ahí y planea lanzar antes de fin de año la variante Épsilon, con un 15% de THC, la más potente hasta la fecha. Las autoridades aseguran que este paso busca consolidar el mercado regulado y evitar que los usuarios recurran a fuentes ilegales.
Actualmente, unas 71,264 personas están inscritas para comprar marihuana en 40 farmacias, mientras más de 11,000 optan por el autocultivo y 396 clubes cannábicos reúnen a más de 13,500 miembros.
El secretario de la Junta de Drogas afirmó que el consumo de cannabis sigue una tendencia de aumento global y no es consecuencia directa de la regulación. Sin embargo, la opción de un mercado regulado en Uruguay ha permitido ofrecer productos más seguros y minimizar el impacto del crimen organizado en este sector.