En el marco del Día Mundial del Linfoma, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) subraya la importancia de la detección temprana de esta enfermedad que impacta principalmente a hombres. Cada año, el INCan atiende a alrededor de 350 nuevos pacientes con linfoma, una forma de cáncer que afecta los ganglios linfáticos y puede extenderse a otros órganos.
Valentín Lozano Zavaleta, especialista en la Clínica del Linfoma del INCan, explicó que los linfomas surgen cuando los linfocitos, células del sistema inmunológico, se vuelven malignos y crecen de manera descontrolada. Existen dos tipos principales: los linfomas de Hodgkin, con un mejor pronóstico y alta tasa de curación, y los linfomas no Hodgkin, que son más agresivos y tienen diversas subvariantes.
Estos linfomas pueden aparecer en ganglios, piel, huesos, estómago, pulmones y otros órganos, y se asocian con factores de riesgo como la exposición a agentes químicos, plaguicidas, y enfermedades autoinmunes como lupus y artritis reumatoide.
El especialista destacó que aunque no hay síntomas específicos, los linfomas agresivos suelen mostrar un crecimiento rápido en los ganglios, especialmente en el cuello, axilas e ingles. Sin embargo, cuando están en el tórax o abdomen, a menudo son difíciles de detectar hasta que el cáncer está en fases avanzadas.
El diagnóstico se confirma mediante biopsias, y la probabilidad de curación aumenta en pacientes sin comorbilidades como diabetes o enfermedades cardíacas. Lozano Zavaleta hizo un llamado a los profesionales de la salud para actuar rápidamente ante sospechas de linfoma y a la población a informarse sobre la enfermedad para buscar atención médica a tiempo.